Marielidy fue de menos a más cuando ganó medallas mundiales y olímpicas
Desde 2021 a la fecha ganó 49 de 56 pruebas de 400 metros planos

El martes, todavía con el caliente de una carrera intensa y antes de ingresar al camerino, Marileidy Paulino le expresó a la periodista mexicana Katy López que la final que disputará este jueves (9:24 am) será la prueba "más fuerte que nunca".
Pero también le expresó que buscaría hacer historia y que había reservado energía para frenar el crono en 47 segundos, un umbral en el que solo dos mujeres han entrado, la última hace 30 años con la marca que permanece hasta la actualidad (Marita Koch, 47.60).
La peraviense sabe de lo que habla, su largo vuelo por todo el planeta le ha enseñado a dejar lo mejor para cuando se requiere. En 2022, cuando logró su primera medalla Mundial en Eugene (plata), su tiempo (49.98) fue el segundo mejor de la semifinal solo detrás de la eventual campeona Shaunae Miller-Uibo (49.55) y en la final la bahameña aceleró hasta 49.11 contra los 49.60 de la duartiana.
En Budapest 2023, Paulino cruzó la meta con la segunda mejor marca en la fase previa a la final (49.54), detrás de la polaca Natalia Kaczmarek (49.50), pero en la disputa por las medallas la caribeña apretó hasta los 48.76 y pasó delante de la europea (49.57).
La amenaza de hoy
Esta vez, en Tokio, los tiempos de la estadounidense Sydney McLaughlin-Levrone (48.29) y la bareiní Salwa Eid Naser (49.13) en las semifinales y fase preliminar meten miedo, aunque Paulino se aferra a haber administrado energía para despejar cualquier duda este jueves.
Tampoco en los Juegos Olímpico de París la compueblana de Vladimir Guerrero fue la más rápida en las fases previas y vio cómo Eid Naser "voló bajito" en semis con un 49.08 contra su 49.21. Ya en la definición de los metales la sureña sentenció con una velocidad que trituró el récord olímpico (48.17) y Eid Naser la vio de lejos con la plata (48.17).
Su gran salto
Paulino se estrenó en la arena internacional en 2016, a los 19 años, con los 100 y 200 metros como especialidad, y en el siguiente cuatrienio su bronce como parte del equipo mixto 4x400 en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla fue su metal de más valor dentro del Ciclo Olímpico.
- Una cosecha que le hizo pasar desapercibida entre las toneladas de medallas que traían las delegaciones de deportistas dominicanos de las citas oficiales.
En esos primeros cuatro años solo corrió una vez en los 400 metros individual (2017) con un nada ilusionante 56.30 segundos. Fue en 2020 que se inclinó por la prueba que la ha coronado cuando en su única competencia que registra el archivo de World Athletics de ese año bajó el reloj a un prometedor 51.88.
Llegó 2021 y todo cambió, cuatro años en los que ha construido la carrera más laureada para una atleta quisqueyana y que solo los dos oros olímpicos de Félix Sánchez la colocan de segunda a nivel general.
De 56 competencias oficiales de la vuelta al óvalo sin obstáculos, Paulino quedó en primer lugar en 49. Solo fue tercera en dos y segunda en cinco en un tramo en el que ató oro y plata olímpica y mundial con tres títulos de la Liga Diamante y un subcampeonato. Hoy, puede abrir otro espacio en su lujosa vitrina.