"Alex vs. A-Rod": el documental que enfrenta a Alex Rodríguez con su pasado
El documental de HBO Max se estrena el 6 de noviembre

Más de una década después de haber sido el protagonista del escándalo más sonado del béisbol moderno, Alex Rodríguez vuelve a ocupar titulares.
Pero esta vez, no por su desempeño en el campo ni por los contratos millonarios que lo convirtieron en una de las mayores estrellas de la MLB, sino por un acto mucho más íntimo: mirar de frente su propia historia.
El exjugador de los Yankees de Nueva York es el centro del nuevo documental de HBO Max, titulado Alex vs. A-Rod, una producción que revisa los momentos más brillantes y más oscuros de su carrera.
En la serie, el 14 veces seleccionado al All Star Game se enfrenta a la dualidad que marcó su vida: Alex, el ser humano, y A-Rod, el personaje, el atleta que llegó a ser considerado tanto un ídolo como un villano.
Del salón de la fama al escándalo
A mediados de los 2000, Rodríguez era sinónimo de éxito. Había roto récords, firmado los contratos más grandes de la historia del deporte y jugaba en la franquicia más emblemática de la MLB.
Pero su reputación se desplomó cuando se vio involucrado en el caso Biogenesis, un escándalo que destapó el uso de sustancias para mejorar el rendimiento entre profesionales del béisbol.
Rodríguez fue suspendido en 2014, inicialmente por 211 partidos, aunque la sanción se redujo a 162, la más larga de la historia de la MLB que no implicó expulsión permanente. La suspensión le costó una temporada completa y unos 24 millones de dólares en salarios no percibidos.
Según la investigación de la liga, Rodríguez no solo obtuvo sustancias prohibidas de la clínica Biogenesis, sino que también intentó obstruir la investigación.
Aunque él negó haber dado positivo en pruebas de dopaje, sí reconoció haber usado esteroides entre 2001 y 2003, durante su paso por los Rangers de Texas. Fue el único jugador que apeló su castigo, mientras otros doce aceptaron sanciones menores.
"Hay una arrogancia que acompaña al poder"
En el tráiler del documental, publicado recientemente en YouTube, Rodríguez aparece más sereno y autoconsciente que nunca. Habla directamente a cámara, sin el lenguaje ensayado de los deportistas en rueda de prensa.
"Sentí la presión de rendir y jugar a un nivel realmente alto. A cualquier precio", confiesa.
Luego añade una reflexión que resume la lección aprendida: "Hay una arrogancia que a menudo acompaña al poder. Crees que no te van a atrapar, que eres mejor que los demás. No hay nada más estúpido que eso. Lo aprendí a las malas".
La pieza cierra con una pregunta directa del entrevistador: —"¿Estoy hablando con Alex o con A-Rod?"
Una frase que resume la tensión que atraviesa todo el documental: la lucha entre el hombre y el personaje público. Su hermano lo define con crudeza: "Alex es cariñoso. A-Rod es el asesino".
Una nueva etapa
Hoy, Rodríguez es un hombre distinto. A sus 50 años, ha pasado de los estadios a los despachos: es propietario de una empresa deportiva y uno de los inversionistas interesados en adquirir los Minnesota Timberwolves, el equipo de la NBA.
Esa transición del diamante al mundo empresarial refuerza la idea central del documental: la reconstrucción personal después del colapso.
Su historia, más allá del béisbol, es también la de un hombre intentando reconciliar dos identidades. Alex, el que creció en Nueva York soñando con ser un atleta ejemplar. Y A-Rod, la estrella que lo tuvo todo, cayó, y ahora busca redefinir su legado.
