Las parejas que no funcionaron en la gran pantalla
Cuando el amor no se enciende: las parejas del cine sin química

En el cine, el amor puede mover montañas... o hundir taquillas. Hay películas que nos hacen suspirar con sus romances imposibles, y otras que nos hacen mirar a otro lado con pudor. Y es que, no todas las parejas del cine funcionan.
A veces el guion no ayuda, otras veces los actores simplemente no se soportan fuera del set. Y aunque el marketing nos quiera vender pasión, lo que vemos en pantalla es puro cartón piedra.
- A continuación, repasamos algunas de las parejas más desangeladas del cine. Esas que intentaron convencernos de su amor y fracasaron en el intento.
Amber Heard y Jason Momoa – Aquaman

En teoría, eran la pareja perfecta: belleza, músculos y tridentes. En la práctica, cero química. Los rumores sobre su mala relación fuera del rodaje se notaron, y el resultado fue una historia de amor tan fría como el fondo del océano.
Bonnie Wright y Daniel Radcliffe – Harry Potter

Nos criamos viéndolos crecer, y quizá por eso sus escenas románticas nos resultan... raras. Cuando Ginny y Harry se besan, es como ver a dos primos intentando disimular su incomodidad.
Johnny Depp y Angelina Jolie – The Tourist

Dos superestrellas, sí. Dos bellezas indiscutibles, también. Pero juntos, parecían actores en universos paralelos. Ella, todo glamour; él, pura desidia bohemia. La química fue inexistente, y la cinta, un naufragio elegante.
Jennifer Lawrence y Chris Pratt – Passengers

Ella misma confesó que tuvo que beber para filmar las escenas íntimas. Y se nota. Lo que debía ser un romance espacial terminó pareciendo una reunión de vecinos en gravedad cero.
Zooey Deschanel y Mark Wahlberg – El incidente

Entre el guion desconcertante de Shyamalan y la nula conexión entre ellos, la pareja parecía dos desconocidos paseando por el apocalipsis.
Chris Hemsworth y Natalie Portman – Thor

Ni el poder del trueno pudo forzar esta historia. Por más que lo intentaron, la química entre Jane Foster y Thor brilló por su ausencia. Curiosamente, muchos fans prefieren la complicidad entre Hemsworth y Tessa Thompson.
Kristen Stewart y Robert Pattinson – Crepúsculo

Fueron pareja en la vida real, pero en pantalla parecían atrapados en un eterno bostezo romántico. Entre suspiros, lamentos y miradas intensas, la pasión se quedó en el aire.
Brad Pitt y Julia Roberts – The Mexican

Ambos carismáticos, ambos encantadores... pero juntos, ni chicha ni limoná. Más que amor, parecía camaradería forzada.
Jamie Dornan y Dakota Johnson – Cincuenta sombras de Grey

Se suponía que eran fuego puro, pero lo que vimos fue más bien agua tibia. Ni la dirección ni los actores lograron transmitir la intensidad del fenómeno literario.
Katie Holmes y Christian Bale – Batman Begins

Lo intentaron, pero Bruce Wayne y Rachel Dawes no convencieron a nadie. En las siguientes películas, Maggie Gyllenhaal tomó el relevo, y el público respiró aliviado.
Theo James y Shailene Woodley – Divergente

Dos actores atractivos, una historia intensa... y cero pasión. La saga no logró despertar ni la chispa de un mechero.
Natalie Portman y Hayden Christensen – Star Wars: Episodios II y III

La galaxia esperaba un nuevo Han y Leia, pero recibió un romance acartonado. Los fans aún se preguntan cómo de esa unión surgieron Luke y Leia.
Keira Knightley y Orlando Bloom – Piratas del Caribe

Los guionistas querían que fueran la pareja central de la saga, pero Johnny Depp les robó todo el protagonismo. Bonitos, sí. Memorables, no tanto.
Sean Connery y Catherine Zeta-Jones – La trampa

La diferencia de edad no fue el problema; fue la falta total de conexión. Parecía que Connery estaba más interesado en tomar el té que en el romance.
Nicole Kidman y Hugh Jackman – Australia

Dos estrellas australianas, un paisaje épico y... nada más. La química entre ellos fue tan seca como el outback.
En el cine, el amor no se finge. Por más talentosos o famosos que sean, si la química no fluye, el público lo nota. Porque al final, el verdadero romance no se actúa: se siente.
