"The Frighteners", la despedida de Michael J. Fox en una comedia de terror inolvidable
Este filme fue una despedida con estilo para una de las estrellas de la década de los 80

"The Frighteners" (1996) ocupa un lugar muy especial dentro del cine de los noventa. No solo porque combina humor macabro con un suspenso sobrenatural e impecable factura técnica, sino también porque fue la última película protagonizada por Michael J. Fox antes de su retiro del cine.
Dirigida por un joven Peter Jackson, quien años después revolucionaría el cine con "The Lord of the Rings", esta producción marcó la transición entre dos épocas: el final de la carrera cinematográfica de una estrella querida por el público y el nacimiento del estilo visual que haría célebre al director neozelandés.
Aunque no fue un éxito de taquilla en su estreno, "The Frighteners" encontró con el tiempo una segunda vida gracias al video doméstico y las plataformas digitales, convirtiéndose en una película de culto.
Hoy, más de dos décadas después de su estreno, sigue siendo una joya imperfecta, pero fascinante, dentro del género de terror y comedia negra.
Un relato de fantasmas, estafas y redención
Frank Bannister (Michael J. Fox) es un arquitecto que, tras perder a su esposa en un accidente, adquiere la habilidad de comunicarse con los muertos.
Sin embargo, en lugar de utilizar su don para ayudar a otros, lo aprovecha para montar una estafa: trabaja con un grupo de fantasmas que asustan a los vivos para que él pueda "exorcizarlos" a cambio de dinero.
Todo cambia cuando en su pequeño pueblo comienzan a suceder muertes inexplicables, aparentemente causadas por una entidad fantasmal con forma de Parca que puede atacar tanto a vivos como a muertos.
Lo que en principio parece una comedia de engaños se transforma gradualmente en un thriller sobrenatural, con Frank enfrentando su pasado, sus culpas y una amenaza que combina crimen, horror y redención.

Peter Jackson, un director en transición
"The Frighteners" fue un punto de inflexión para Peter Jackson. Venía de ganar reconocimiento con "Heavenly Creatures" (1994), una película mucho más contenida, pero en esta producción demostró su ambición como narrador visual. El guion, coescrito con su colaboradora y esposa Fran Walsh, surgió mientras ambos trabajaban en "Heavenly Creatures".
El productor Robert Zemeckis (creador de "Back to the Future") quedó tan impresionado con la propuesta que decidió producirla, incluso cediéndole la dirección a Jackson y consiguiendo el respaldo de Universal Pictures.
La producción fue un desafío técnico sin precedentes para la recién fundada Weta Digital, el estudio de efectos visuales de Jackson.
La película requirió más tomas digitales que casi cualquier otra de su época, lo que forzó a la compañía a expandirse de una sola computadora a más de treinta. Esa experiencia serviría de base para los efectos que, pocos años después, harían posible "The Lord of the Rings".
Aunque el rodaje en Nueva Zelanda fue intenso, el resultado mostró la capacidad de Jackson para mezclar lo grotesco, lo absurdo y lo emocional en un mismo relato.

Michael J. Fox, carisma entre el dolor y el humor
El personaje de Frank Bannister no es fácil de interpretar. Es un estafador con pasado trágico, un héroe improbable que carga con un trauma sin resolver.
En manos de otro actor, pudo haber resultado antipático o incluso desagradable, pero Michael J. Fox logra hacerlo humano y entrañable. Su carisma natural, su habilidad para equilibrar la ironía con la vulnerabilidad, y su energía inagotable convierten al personaje en el corazón de la historia.
También fue una interpretación significativa a nivel personal, ya que, durante el rodaje, Fox decidió retirarse del cine para no pasar tanto tiempo lejos de su familia. Poco después, protagonizaría la serie "Spin City" (1996), su regreso triunfal a la televisión.
De alguna manera, "The Frighteners" funciona como su despedida cinematográfica, un cierre digno para una estrella que había definido la comedia juvenil y familiar de los ochenta.

El elenco, y el tono, entre la risa y el miedo
Uno de los grandes atractivos del filme es su reparto ecléctico. Trini Alvarado aporta humanidad al papel de Lucy, la doctora que acompaña a Frank en su aventura. John Astin, recordado como el patriarca de "The Addams Family", interpreta con humor negro a un juez fantasma con mandíbula desmontable.
Dee Wallace, icónica actriz de terror por su trabajo en "E.T.", "Cujo" y "The Howling", entrega una actuación sorprendentemente intensa. Y Jeffrey Combs, mejor conocido por "Re-Animator", se roba cada escena como el excéntrico agente Dammers.
Jackson combina todos estos elementos en una película que oscila entre la comedia sobrenatural y el thriller psicológico, un equilibrio que pocos directores logran. Su humor es negro, su estética visual está llena de contrastes, cementerios bañados de luz neozelandesa, fantasmas caricaturescos y asesinatos reales, y su ritmo, aunque irregular, mantiene una tensión constante.

Del fracaso al culto
Cuando "The Frighteners" se estrenó en julio de 1996, Universal la promovió como un gran estreno de verano. Sin embargo, el público no entendió bien qué tipo de película era. Muchos esperaban una comedia ligera de Michael J. Fox, mientras que otros querían un filme de terror más convencional.
A esto se sumó la competencia directa de "Independence Day" y el inicio de los Juegos Olímpicos de Atlanta, lo que hundió su rendimiento en taquilla.
Aun así, las críticas fueron mayormente positivas, destacando su originalidad, efectos visuales y dirección. Con el tiempo, las emisiones televisivas, el alquiler en video y el streaming ayudaron a que "The Frighteners" fuera redescubierta.
Actualmente se la considera una obra de transición que anticipó la madurez cinematográfica de Peter Jackson y consolidó su reputación como innovador técnico.

Un legado de humor, muerte y redención
A más de veinte años de su estreno, "The Frighteners" conserva una energía particular, la de una película hecha con ingenio, cariño y una extraña mezcla de melancolía y diversión.
Su narrativa sobre la culpa, la pérdida y la posibilidad de redención encuentra eco en la figura de su protagonista, y también en la trayectoria de Michael J. Fox, cuya lucha personal contra el Parkinson lo convirtió en un símbolo de resiliencia.
En retrospectiva, la película representa la última gran actuación cinematográfica de Fox y uno de los ejercicios más imaginativos de Peter Jackson antes de volverse una leyenda de Hollywood.
Es una historia sobre fantasmas, pero también sobre la humanidad que persiste incluso después del dolor. Y quizás por eso, "The Frighteners" no solo asusta, también emociona, divierte y deja una huella imborrable en la memoria del espectador.

Joan Prats