Pecas y lunares: lo que tu piel revela sobre ti
Las pecas son simples concentraciones de melanina, los lunares o nevos son lesiones en la piel

¿Alguna vez te has preguntado por qué tienes pecas o lunares? Aunque para muchos son simples marcas que dan carácter al rostro y/o al cuerpo, detrás de estas pequeñas manchas hay explicaciones científicas que revelan cómo reacciona tu piel ante el sol y qué papel juega la genética en su aparición.
El cirujano dermatólogo Rafael Isa Pimentel explica que las pecas son pequeñas manchas con pigmentos de melanina, de color marrón claro, localizadas casi siempre en las zonas más expuestas al sol, como el rostro, los brazos y los hombros.
"Tienden a oscurecerse durante el verano, debido al aumento de la radiación solar, y pueden disminuir o incluso desaparecer en el invierno", señala el especialista.
Según Isa Pimentel, la tendencia a desarrollar pecas es genéticamente determinada, más frecuente en personas de tez blanca y con poca protección natural a la luz solar. No representan un problema de salud, sino una característica heredada que se intensifica con la exposición solar.
Diferentes por naturaleza

Mientras que las pecas son simples concentraciones de melanina, los lunares o nevos son lesiones en la piel, en su mayoría benignas, donde se produce una alteración en las capas de la epidermis y un aumento de las células nevicas o nevocitos, responsables de su forma, color y relieve.
Isa Pimentel, también especialista en estética, explica que "a diferencia de las pecas, los lunares pueden tener relieve, aspecto gomoso, más pigmento y aparecer en cualquier parte del cuerpo, incluyendo las mucosas. En ocasiones tienden a ser de mayor tamaño y con presencia de pelos en su superficie. Pueden estar desde el nacimiento o surgir en la edad adulta, y no tienden a desaparecer".
La importancia de la observación
Aunque la mayoría de los lunares no representan riesgo, la vigilancia dermatológica es clave. "Debemos revisar nuestra piel y prestar atención ante cualquier lesión pigmentada para prevenir a tiempo cualquier transformación maligna", advierte Isa Pimentel.
El especialista aclara que, aunque las pecas nunca se transforman en lesiones cancerígenas, su presencia puede dificultar la identificación de un lunar anormal. "Su parecido es tal que cualquier persona podría confundirlas, a menos que sea un especialista en el área", agrega.
"El melanoma es más común en personas con muchos lunares, pero puede prevenirse con una adecuada protección solar y revisiones periódicas", enfatiza el dermatólogo.
El ABCDE del melanoma
A lo largo de la vida, los lunares suelen mantenerse estables, pero cualquier cambio en su apariencia debe ser motivo de consulta. Para facilitar la autoevaluación, el Dr. Isa Pimentel comparte una guía práctica:
- A - Asimetría: ¿El lunar es irregular o desproporcionado?
- B - Bordes: ¿Presenta bordes difusos, irregulares o con zonas sin pigmento?
- C - Color: ¿Ha cambiado de color o muestra varios tonos?
- D - Diámetro: ¿Es más grande que antes o supera los 6 mm?
- E - Evolución: ¿Ha cambiado en forma, textura o sangra sin motivo?

Mayra Pérez Castillo