La reconstrucción mamaria: más allá de la estética
Luego de una mastectomía, muchas mujeres temen no volver a reconocerse frente al espejo

En el proceso de lucha contra el cáncer de mama, la reconstrucción mamaria representa mucho más que una cirugía estética: es un paso decisivo hacia la recuperación emocional, física y psicológica de las mujeres que han atravesado una mastectomía.
Luego de una mastectomía, muchas mujeres temen no volver a reconocerse frente al espejo. Pero hoy la medicina ofrece una esperanza tangible: la reconstrucción, una cirugía que no solo restaura la forma del cuerpo, sino también la confianza, la feminidad y la plenitud emocional.
El próximo 19 de octubre, se conmemora el Día Contra el Cáncer de Mama, el cual se enmarca dentro del mes de sensibilización sobre este. En este contexto hay todo un listado de temas que tratar.
Sobre la reconstrucción conversamos con el doctor Philades Herrera, especialista en Cirugía Plástica, Reconstructiva, Estética y Maxilofacial, para entender cómo este procedimiento se ha convertido en un símbolo de renacer.
"Todas las mujeres pueden optar por la reconstrucción, siempre que el estadio del cáncer lo permita y la paciente lo desee", explica el doctor Herrera.
Cada caso se estudia de forma individual, tomando en cuenta las etapas del cáncer y las condiciones de la paciente, para elegir la técnica más adecuada. "Lo importante es que sepa que tiene opciones y que puede volver a sentirse bien consigo misma", añade.
Dos momentos para hacerlo:

Reconstrucción inmediata: se lleva a cabo durante la misma cirugía de mastectomía, lo que permite despertar de la operación con una nueva forma, un paso menos en el camino emocional.
Reconstrucción tardía: se realiza, por lo general, un año después, cuando la paciente ha completado su tratamiento y se siente lista para dar el siguiente paso.
"El momento ideal lo marca tanto el cuerpo como la mente", afirma el especialista. "Ambas deben estar preparadas para este proceso".
A diferencia de lo que muchas creen, el riesgo de rechazo de los implantes es muy bajo. "Apenas uno en cien mil pacientes", asegura el doctor Herrera.
Sin embargo, recuerda que las mujeres que han atravesado un tratamiento oncológico suelen tener un sistema inmunológico más delicado. "El cuerpo puede tardar un poco más en cicatrizar, pero con paciencia, apoyo y seguimiento médico, la recuperación llega", dice con empatía.