Comida casera o procesada: ¿qué es mejor para nuestras mascotas?
Entre alimentos frescos, crudos o comerciales, conocer los pros y contras ayuda a tomar decisiones informadas para el bienestar de nuestras mascotas

En las últimas décadas ha surgido una corriente que aboga por la comida fresca y natural para las mascotas, bajo el argumento de que los alimentos procesados, por su alto contenido en químicos y conservantes, no son saludables.
Dentro de estas opciones se encuentra la dieta BARF (Alimentos Crudos Biológicamente Apropiados, por sus siglas en inglés), basada en comida casera y cruda. Sus defensores aseguran que es más beneficiosa por ser natural.
Sin embargo, otros advierten sobre el riesgo de bacterias, algo fácilmente evitable si los alimentos se cocinan adecuadamente. Esta alternativa intermedia —alimentos cocidos— combina seguridad y frescura.
Qué dicen los expertos

Según Christian Vergara, director médico de BarfChile, en declaraciones a BBC Mundo, los carbohidratos, el gluten y los químicos presentes en los alimentos comerciales detonan sensibilidades en la piel de muchas mascotas.
Vergara asegura que "un alimento muy procesado daña la microbiota intestinal, comprometiendo el sistema inmune y las paredes del intestino, lo que puede dar lugar a enfermedades como diabetes u obesidad".
El experto resalta que la dieta BARF aporta múltiples beneficios: mejora la calidad del pelaje, estimula el sistema inmune, reduce el volumen de las heces y favorece la dentición. No obstante, reconoce que en mascotas con ciertas patologías digestivas es recomendable cocinar los alimentos antes de dárselos.
Por otro lado, los alimentos procesados también tienen ventajas, según Cesar Hernán Calad, especialista colombiano en medicina interna y dermatología felina y canina. "Estos productos contienen todos los nutrientes necesarios para gatos y perros, están clasificados por edades y su almacenamiento protege contra bacterias", explica.
Riesgos y precauciones

Si bien algunos cuestionan que los procesados puedan ser dañinos para los animales, se sabe que ciertos aditivos, como BHA y BHT, se han asociado a cáncer y daño hepático o renal.
Por su parte, Ian Billinghurst, veterinario australiano y autor del libro La dieta BARF (1993), señala que esta alimentación no es solo para perros o gatos con dietas especiales:
- "Una dieta de alimentos crudos biológicamente apropiada ha sido desarrollada para todas las criaturas, no es solo una forma particular de alimentar a un perro o a un gato".
Sin embargo, expertos en seguridad alimentaria, como la Dra. Hyunmin Kin de la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales, advierten que "las dietas de alimentos crudos pueden exponer a las mascotas a bacterias como E. coli y Salmonella".
Salud y longevidad

Según Johanna Victoria Álvarez Pineda, encargada de la Clínica Veterinaria de la UNPHU, "la esperanza de vida en nuestras mascotas se ha duplicado; hoy los gatos viven sobre 20 años y los perros alcanzan edades similares, dependiendo de la raza".
Por ello, las tasas de muerte por cáncer han aumentado, pero esto no significa que la comida sea la única causa: "El cáncer es multifactorial, no se le puede adjudicar un origen exclusivo a la dieta".
Álvarez Pineda agrega que, aunque algunos alimentos de menor calidad pueden relacionarse con problemas dermatológicos, gastrointestinales o incluso linfomas, un solo estudio no es suficiente para asegurar una causa directa.
En cuanto al sistema digestivo e inmunitario, la especialista explica: "Mejorar la microbiota intestinal repercute en la salud general. No significa que todos los alimentos sean malos, sino que cada mascota tiene necesidades específicas que deben seguirse según recomendación veterinaria".