Abinader no tiene amigos si caen en corrupción
El presidente dijo que envió el informe con irregularidades de Senasa a la Procuraduría como una advertencia adicional a sus funcionarios

"Puedo tener buenos amigos, pero jamás cómplices. En mi gobierno no permitiré impunidad de ningún tipo". Con esa declaración, difundida en su cuenta oficial de X, el presidente Luis Abinader anunció este domingo que remitió a la procuradora general, Yeni Berenice Reynoso, el informe sobre las irregularidades detectadas en el Seguro Nacional de Salud (Senasa).
El tuit del mandatario incluyó dos mensajes claves: que la lucha contra la impunidad ha sido "una línea constante en estos cinco años de gobierno", y que esa política se aplicará sin excepciones frente a los hallazgos de corrupción en la aseguradora pública.
"He remitido a la procuradora Yeni Berenice Reynoso el informe de las irregularidades de Senasa", escribió el jefe de Estado, cerrando su mensaje con un compromiso explícito: "En mi gobierno no permitiré impunidad de ningún tipo".
- La decisión presidencial llega en medio de un escándalo que compromete a Senasa, entidad con 7.6 millones de afiliados y pieza central del sistema de salud dominicano.
El caso Senasa
Investigaciones periodísticas y auditorías oficiales han documentado que durante al menos cuatro años operó un esquema fraudulento que autorizaba miles de procedimientos médicos ficticios, utilizando identidades de afiliados reales y un "call center paralelo" manejado desde fuera de la institución. El fraude habría movilizado decenas de millones de pesos mediante contratos irregulares y empresas vinculadas a exfuncionarios.
El crecimiento acelerado de la aseguradora de riesgos de salud estatal durante la pandemia, cuando se afiliaron dos millones de dominicanos en solo cuatro meses, desbordó su capacidad administrativa y financiera, generando fallas en los controles que facilitaron la trama. Hoy, la aseguradora arrastra un déficit creciente y enfrenta una crisis de confianza.
Con la remisión del informe a la Procuraduría, Abinader busca trasladar la investigación al Ministerio Público y enviar un mensaje político inequívoco: la lucha contra la corrupción no admite excepciones, ni siquiera entre sus allegados.