El Lago Enriquillo: ¿En qué condición está el gigante de las Antillas?
Estudio revela que la calidad del agua del lago muestra condiciones "ligeramente" mejores en la actualidad
Comunitarios reclaman más fuentes de empleo para sustento

El lago Enriquillo ha sido escenario de históricas crecidas que han provocado la movilización de un pueblo entero, pero también objeto de investigaciones que hacen referencia a su reducción.
En la actualidad, en el área protegida, considerada el lago más grande de las Antillas, han surgido nuevos estudios para ver su condición, proyectos para su restauración ecológica y reclamos de las comunidades que todavía sienten el impacto de las inundaciones que transformaron sus medios de vida.
Durante un recorrido realizado por Diario Libre, tanto comunitarios como autoridades locales coinciden en señalar que el lago continúa mostrando fluctuaciones naturales.
"El lago tiene ciclos... crece y baja, pero en la actualidad está volviendo a su normalidad. Todo dependerá de si hay grandes tormentas en los años venideros que acumulen mucha agua en las montañas y esta llegue a través de los ríos", indicó Héctor Andújar (Chapa), quien labora para el Grupo Jaragua e impulsa programas para la conservación en la zona.
Miguel Méndez, administrador del parque nacional, sostuvo que el lago se ha mantenido "prácticamente en su mismo espacio de crecimiento".
Explicó que el área protegida ha disminuido poco, sobre todo en la zona sur: Jimaní, Boca de Cachón y Duvergé. "En la parte norte, de Villa Jaragua hasta La Descubierta, el lago se ha mantenido prácticamente igual", afirmó.
¿Cómo está la calidad del agua del lago?
El geólogo Osiris de León afirmó que la calidad del agua del lago Enriquillo muestra condiciones "ligeramente" mejores en la actualidad, en comparación con mediciones realizadas en años anteriores, como resultado de un mayor volumen de agua acumulado en la cuenca.
Estos datos forman parte de los resultados de un estudio realizado por el especialista junto a un equipo de técnicos contratado por el Ministerio de Medio Ambiente como parte de la actualización el plan de manejo del área protegida.
"Lo que se busca es actualizar el plan de manejo a los fines de que el Ministerio vea cuál es el estatus actual de esa área protegida y, en función de eso, pueda determinar el nivel de flexibilidad o rigidez que deba tener la participación en el entorno a nivel de agricultura, ganadería y contacto directo de las comunidades con el lago", manifestó.
El geólogo indicó que no ha habido mucho impacto directo de las comunidades cercanas a la calidad del agua, aunque parte de sus desechos va hacia las corrientes que terminan drenando al área protegida.
"Aquí no hay fuente de trabajo"
Aunque han transcurrido casi dos décadas desde la crecida que impactó las zonas próximas al lago, los lugareños aún sienten sus efectos. Aseguran que no cuentan con suficientes fuentes de ingreso para su sustento.
"En el tiempo de crecimiento, entre 2008 y 2009, casi todos los agricultores que desarrollaban sus actividades en los alrededores del lago perdieron sus predios agrícolas y su ganadería. Lo que se ha mantenido es la pesca, con algunas normas de reglamento", señala el administrador Miguel Méndez.
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Natividad Nova, residente en la localidad de Las Baitoas, municipio de Duvergé, recuerda que su comunidad vivía del cultivo de orégano y mango; sin embargo, su situación es otra.
"Ya eso no existe, todo se ha perdido porque la laguna lo tomó todo (...) Aquí en Baitoas no hay fuentes de trabajo. A las mujeres y a los hombres nos está llevando quien nos trajo", indicó Nova, quien pide mayor apoyo a proyectos de restauración en los que participan los comunitarios y que representan una de las pocas fuentes de ingreso para la localidad.
Programas de conservación
Desde 2017, Grupo Jaragua, junto a organizaciones locales e internacionales, desarrolla en el lago Enriquillo un programa de restauración del bosque seco destinado a mitigar la degradación de uno de los ecosistemas más diversos de la isla.
Héctor Andújar, uno de los responsables del proyecto, sostuvo que la iniciativa surge debido al impacto de actividades como la tala de árboles para la fabricación de carbón vegetal o la captura de iguanas para su consumo o comercialización.
En el marco del proyecto, fueron reclutados comunitarios, sobre todo mujeres, de zonas cercanas al área protegida, quienes reciben un incentivo económico por su trabajo, que incluye la reforestación de la zona con plantas naturalizadas de importancia para la fauna local, ya que sirven de refugio para las aves y brindan alimento a las iguanas.
"Hemos trabajado en conjunto con las comunidades de Las Baitoas y Vengan a Ver. Hemos tenido un gran apoyo porque les hemos buscado alternativas distintas a las que tenían antes. Ya no producen carbón como antes ni buscan iguanas para venderlas o consumirlas", detalló Andújar.
A nivel estatal también se han desarrollado iniciativas piloto. En ese sentido, el administrador del parque nacional, Miguel Méndez, informó que el Ministerio de Medio Ambiente y organizaciones cubanas impulsan una iniciativa para la crianza de cocodrilos para su posterior liberación en el área protegida.
¿Podría registrarse otra gran crecida?
Osiris de León sostuvo que las crecidas del lago Enriquillo se repetirán de manera cíclica, por lo que es imprescindible mantener una franja de protección libre de agricultura, ganadería o asentamientos humanos en el plan de manejo.

En ese sentido, explicó que el estudio realizado delimita un perímetro "que debe mantenerse estrictamente como espacio de fluctuación del lago, un espacio de amortiguamiento del área".
"Lo que ha ocurrido históricamente es que, cuando el lago baja, la gente comienza a ocupar los espacios secos que deja; pero cuando retorna 10 o 15 años después, el argumento es que el lago les está invadiendo la tierra. Pero no: esa tierra siempre ha pertenecido al lago", expresó el geólogo.
Esta área protegida abarca tres islas: La Barbarita, la Islita y Cabritos. Esta última es la mayor, con 24 kilómetros, y es el hogar de un bosque seco, además de especies de cactus endémicas y nativas.
Cabritos también fue el objeto de la declaración de Parque Nacional dispuesta en la Ley 664-74, de abril de 1974. Es 30 años más tarde, con la Ley Sectorial de Áreas Protegidas, que se integra el Lago Enriquillo al Parque.
















Paola Wisky