El Gobierno hizo bien con Melissa
La tormenta tropical, ahora convertida en huracán, ha dado mucha agua a beber
Como no llovió con la intensidad esperada en los dos primeros días del paso de Melissa, algunos críticos apuntaban a que las autoridades se habían excedido. Que se pasaron de previsoras y paralizaron a casi todo el país antes de tiempo.
Sin embargo, esa tormenta tropical, ahora convertida en un terrible huracán, ha dado mucha agua a beber y no solo por sus copiosos aguaceros. Muy imprevisible, cambió de rumbo en varias oportunidades a una velocidad que a veces la hacía lucir estacionaria.
De tormenta se convirtió en huracán en tiempo casi récord. Ha hecho historia por su ferocidad y características únicas. El Gobierno hizo bien en adelantarse.
