Cuando se hacen bien las cosas
República Dominicana demuestra que sí puede hacerlo bien
Por fin la República Dominicana puede compartir buenas prácticas con un país más desarrollado que el nuestro. Y no por azar, sino por mérito. La exposición ante el Senado de Brasil del modelo dominicano de trazabilidad y control del comercio ilícito marca un punto de inflexión: pasamos de ser aprendices a ser referentes. El ministerio de Industria, Comercio y Mipymes merece felicitaciones como cabeza de la tarea.
Durante años, la lucha contra el alcohol adulterado y el contrabando parecía una batalla perdida. Sin embargo, la coordinación entre instituciones públicas y el compromiso del sector privado han demostrado que cuando nos empeñamos, podemos hacer las cosas bien. La reducción del contrabando, las más de 135 millones de unidades incautadas y, sobre todo, el logro de cero muertes por consumo de alcohol adulterado son resultados que hablan por sí mismos.
Este reconocimiento internacional no es solo un motivo de orgullo; es una prueba de que el talento existe, la capacidad técnica está y lo único que falta —a menudo— es disciplina, continuidad y propósito. Si hemos podido erradicar un problema que costaba vidas, también podemos replicar ese modelo en otras áreas. Brasil escucha hoy a la República Dominicana. Ojalá también nos escuchemos nosotros.
