Advertencias y felicitaciones
Persisten señales de alerta en medio del optimismo moderado
La República Dominicana tiene motivos para satisfacción no obstante la incertidumbre que refleja el entorno internacional. Aunque el pesimismo se ha reducido, persisten señales preocupantes que aconsejan alerta.
El Banco Mundial redujo su previsión de crecimiento a 3% para 2025, reflejo de la desaceleración global y de una menor inversión pública, pero mantuvo una visión positiva sobre la solidez de la economía dominicana y su capacidad para sostener el impulso en los próximos años.
El organismo destaca que el crecimiento a mediano plazo estará apoyado en el consumo y la inversión, junto con reformas estructurales en los sectores de energía, agua y educación. También subraya el manejo prudente del déficit fiscal y la estabilidad que ha permitido resistir los embates externos.
Pese a la moderación en las proyecciones, la economía sigue entre las más dinámicas de la región. La inflación está controlada, la inversión extranjera fluye y el sistema financiero se mantiene sólido. Persisten, sin embargo, desafíos que no pueden soslayarse: la necesidad de una reforma fiscal integral, la mejora del gasto público y el fortalecimiento institucional.
Celebrar las buenas nuevas no implica optimismo exagerado. La prudencia ha sido el cimiento de la estabilidad, pero solo la visión reformista permitirá transformar el crecimiento en mejorías para todos.