¿Qué leyes cumplimos?
No respetamos la ley que prohíbe tomar bebidas alcohólicas y conducir
La República Dominicana es, sin lugar a dudas, un país muy especial, a los que vivimos por estos lares, no hay forma de que termine de sorprendernos.
Nos hemos acostumbrado a que los motores no respeten ni un solo semáforo en rojo, porque tienen pedidos que entregar o porque, simplemente, no les da la gana de detenerse, sin importar si provocan accidentes.
No respetamos la ley que prohíbe tomar bebidas alcohólicas y conducir, ni ninguna autoridad mide la cantidad de borrachos que se accidentan en las calles/carreteras del país. ¿O cree usted que nuestro orgullo de ser el país con más muertes en accidentes de tránsito per cápita del mundo es simplemente por que manejamos mal?
Los partidos políticos no hacen caso alguno a la Ley de Partidos, que regula cuándo puede comenzar la campaña y cómo usar los recursos, ni respetan los plazos de nada.
Se construyen edificios completos sin las licencias de Medioambiente o del Ministerio de la Vivienda y nos enteramos de esto años después de que ya están operando.
En materia de corrupción administrativa, hace unos años una compañía admitió que había sobornado a medio gobierno y pagó una jugosa multa por ello... pero los tribunales dominicanos no encontraron a los sobornados.
La impunidad parece reinar desde arriba hasta abajo y, a pesar de los avances de los últimos años, la parte negativa pesa más.
Las personas físicas y jurídicas pagan un "anticipo" a sus impuestos, una medida "transitoria" que ya tiene más de 22 años cumpliéndose.
Hoy, nos encontramos con el tema de la indexación salarial, que no se ejecuta desde el 2017, a pesar de que existe una ley que lo ordena.
Y sin que a nadie le tiemble la voz, las autoridades afirman que no pueden aplicarla porque dejarían de recibir un dinero que necesitan.
¿Podría yo decirle a la Dirección General de Impuestos Internos que no voy a pagar mis tributos porque tengo demasiados gastos?

Dionisio Soldevila