La sociedad actual
Vivimos en una sociedad en la que la impunidad ha corroído todo, desde los estratos más bajos hasta los más altos
No podemos negar que, como nación, la República Dominicana ha avanzado en muchos sentidos, económicamente, en materia de construcción, vial, en turismo y en muchos otros renglones de la vida.
Pero debemos prestar mucha atención con lo que nos está pasando como sociedad y que estamos dejando pasar por alto o, por lo menos, no le estamos dando la seriedad que se merece.
Desde hace un año estamos lidiando con casos verdaderamente horrorosos, como aquel sucedido en una torre en Piantini, en el que un individuo asesinó y desmembró a una joven que se encontraba en sus 20 años.
Pero también podemos mencionar aquella madre que decapitó a su hija porque "Dios se lo pidió", declaró la señora que fue enviada a prisión preventiva por un año, a pesar de tener un grave problema mental.
Recientemente, un joven con un diagnóstico psiquiátrico, mató a una señora y luego hirió a varias personas en un ataque de violencia extrema, que lo llevó a ser recluido en una prisión preventiva donde se le está suministrando ayuda psiquiátrica.
La semana pasada, mientras tanto, seis entes (porque no pueden ser llamados personas o seres humanos) violaron simultáneamente a una joven de 21 años. Grabaron dicha aberración y la subieron a redes sociales.
Lamentablemente el nuevo Código Penal no entrará en vigencia hasta dentro de un año y no existe la opción de que sean condenados a 60 años de prisión por el hecho.
La procuradora general de la República, Yeni Berenice Reynoso, hizo un llamado para que las páginas de internet que subieron los videos los eliminaran para no revictimizar a la joven.
Yo, particularmente, creo que aquellos que decidieron sacar provecho de ese video deberían ser sometidos a la justicia y pagar consecuencias.
Porque, al final de cuentas, es uno de los principales problemas que nos afectan. Vivimos en una sociedad en la que la impunidad ha corroído todo, desde los estratos más bajos hasta los más altos. ¿O alguien se inmutó con la condena del hermano de un expresidente? Ni el mismo exmandatario paró su labor política.
Debemos revisarnos.