La cultura que asoma en la frontera
La feria que cambió el ruido por palabras
En Dajabón suelen imponerse los ruidos de siempre: el desorden del mercado binacional, los sobresaltos de la inmigración ilegal, los malentendidos políticos que brotan a un lado y otro del río, y el abandono histórico de una zona donde el Estado llega tarde y mal. Por eso resulta tan revelador que allí se privilegie la cultura. Que la palabra escrita levante la mano donde otros solo ven conflicto.
La Cuarta Feria del Libro "Leer Te Libera" es un paso de avance que merece ser subrayado. No por folclor, sino por significado. Durante dos días, el parque Duarte se convirtió en un oasis: jóvenes hojeando novelas, familias enteras escuchando conferencias, autores locales compartiendo sus voces en un territorio donde la lectura ha tenido que sobrevivir a contracorriente. Dajabón, tantas veces reducida al relato fácil de frontera caliente, recordó que también es capital de la cultura.
Dedicada al escritor Sergio Reyes, la feria demostró que todavía es posible defender la identidad desde los libros, incluso en un país donde la tecnología compite con todo. Lo entendieron bien sus organizadores: sembrar hábitos de lectura educa, pero también libera.
Dajabón pide más que control y vigilancia; pide dignidad. La cultura es una forma de devolverla.
