Bosques ebrios
La metáfora perfecta de un planeta que se desestabiliza

Hace poco tuve la oportunidad de leer un libro fascinante que nos habla de un fenómeno sorprendente: los "bosques ebrios". Esto ocurre en regiones frías como Alaska y Siberia, donde el suelo permanentemente congelado —el permafrost— comienza a descongelarse. Como resultado, la tierra se vuelve inestable, parecida a una especie de arena movediza, y los árboles, sin un suelo firme que los sostenga, se doblan como si estuvieran borrachos después de una larga jornada.
Frank Zelko, de la Universidad de Vermont, destaca que este libro es una síntesis brillante entre historia y ciencia. Los autores, Benjamin Lieberman y Elizabeth Gordon, muestran cómo la colaboración entre humanistas y científicos puede abrirnos los ojos a realidades complejas que no pueden abordarse desde una sola disciplina.
El libro no solo explica este curioso fenómeno, sino que también nos lleva en un viaje por la historia del cambio climático. Nos recuerda que la humanidad ha estado entrelazada con su entorno desde siempre: domesticamos el fuego, cultivamos la tierra y nos protegimos del viento y las tormentas en cuevas —los mismos vientos que hoy llamamos huracanes o tifones.
En las últimas décadas, el interés por comprender el cambio climático ha vuelto con fuerza. Ya no es solo un tema político o ideológico, sino una verdad innegable que nos afecta a todos. El cambio climático es un proceso largo, gradual, y que trasciende generaciones, mucho antes de que existieran las ciudades o las naciones.
Dedicado a observar procesos de larga data, el libro nos ofrece un relato fascinante de la historia humana, desde los primeros momentos de nuestra civilización hasta el presente. Comprender esta larga trayectoria es clave para entender el impacto que hemos tenido en los ecosistemas y cómo interpretamos hoy un fenómeno que lleva milenios desarrollándose.
De una manera bastante adecuada, Lieberman y Gordon evitan apoyarse demasiado en autores populares como Harari, y prefieren un relato directo, centrado en hechos y evidencias. Este enfoque permite que el lector acceda a una visión menos espectacular, pero mucho más fundamentada.
En una crónica que pudiéramos considerar poderosa, se retratan procesos como la sequía en determinados períodos y cómo el ser humano ha tenido que adaptarse a las realidades impuestas por su entorno. Se describe, por ejemplo, el enfriamiento que afectó a Europa durante una pequeña edad de hielo y la hambruna que tuvo lugar entre 1315 y 1322. Muchos observadores han dejado constancia de las grandes precipitaciones del año 1315, algo que, con sus diferencias, podríamos comparar con los fenómenos recientes que hemos visto en Texas. Este tipo de conexiones nos recuerda que, siglo tras siglo, la historia humana ha estado condicionada por los caprichos del clima.

El libro incluye el siguiente índice: Un comienzo delicado, El nacimiento de la agricultura, Auge y caída de las civilizaciones, El clima y las civilizaciones medievales, La pequeña edad de hielo, Los humanos toman el poder, El futuro es ahora y Las controversias del cambio climático. A través de estos capítulos, se entretejen fenómenos del pasado con los del presente. Por ejemplo, se relata la inundación ocurrida en 2015 en Malaui, un país del sur de África, donde murieron 176 personas y quedaron destruidas cosechas, ganado y hogares. Este tipo de eventos no son exclusivos de Texas o de países con amplia cobertura mediática. Son realidades compartidas, globales, y cada vez más frecuentes.
Asimismo, se analizan sequías recientes como la de Brasil y los incendios forestales ocurridos en 2005, 2007 y 2010. La obra examina a fondo zonas particularmente sensibles al cambio climático, como el Ártico, los bosques boreales y la tundra, las regiones montañosas, los biomas templados, los trópicos, la línea litoral y el aumento del nivel del mar, junto con las proyecciones para el futuro.
Benjamin Lieberman, doctor por la Universidad de Chicago, es profesor de Historia en la Universidad Estatal de Fitchburg y autor de obras importantes como Terrible Fate: Ethnic Cleansing in the Making of Modern Europe. Elizabeth Gordon, también profesora en Fitchburg, es experta en ciencias atmosféricas y marinas, y enseña materias como oceanografía, meteorología y climatología.
Recomiendo mucho este libro, sobre todo para aquellos que buscan entender el cambio climático desde una mirada profunda, multidisciplinaria y humana. No es solo un libro sobre ciencia o historia, sino sobre cómo nuestra especie y el planeta están íntimamente conectados. En tiempos en que los árboles comienzan a inclinarse como advertencia silenciosa, comprender lo que hemos hecho —y lo que aún podemos hacer— no es una opción, sino una responsabilidad.