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¡Así era Mella!

Ramón Matías Mella, la voluntad inquebrantable de un patriota

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¡Así era Mella!
Ramón Matías Mella, uno de los padres fundadores de la República Dominicana. (FUENTE EXTERENA)

Hacia 1884 Manuel de Jesús Galván, al referirse Ramón Matías Mella, destacó que era "uno de los hombres mejor templados por la Naturaleza; ...de un carácter completo, igual, consecuente en su principios y sus fines; corazón magnánimo, siempre lleno de ideales superiores a los puntos de vista limitados de hombre de pensamiento y reflexión, de inteligencia vasta y bien cultivada; incapaz de temor, audaz por prudencia, y pronto a la acción y al sacrificio cuantas veces columbró un objetivo digno de su esfuerzo..." Sin duda, Mella fue un hombre de resoluciones atrevidas y de voluntad nada vacilante.

En enero de 1843, Duarte le encomendó viajar a Los Cayos, en Haití, para concertar un pacto con los integrantes del movimiento de La Reforma, que planificaban derrocar a Boyer. Mella concluyó exitosamente esa misión y resultó tan eficaz en los trabajos asignados, que Duarte luego lo envió a la región norte para que organizara el pronunciamiento revolucionario. Fue tal el resultado positivo, que se le considera "el iniciador del Cibao en el movimiento independentista".

La eficaz labor incendiaria de Mella no pasó desapercibida para las autoridades haitianas. En julio de 1843 lo apresaron en San Francisco de Macorís y lo enviaron a Puerto Príncipe; en septiembre, ya liberado, regresó a su país para continuar las actividades conspirativas.

El nacionalismo duartiano encontró en Mella uno de sus más notables defensores. Célebre fue el caso, en 1856, del cónsul de España en Santo Domingo, Antonio María Segovia. El país se estremecía por la constante pugna política entre santanistas y baecistas. Identificado con el sector baecista, el cónsul español interpretó antojadizamente el artículo 7 del Tratado dominico-español de 1855 y abrió un libro de registros para que cualquier dominicano que deseara matricularse súbdito español, así lo hiciera. Esa facilidad fue aprovechada por los baecistas, quienes, una vez matriculados, se consideraban ciudadanos españoles y el gobierno de Santana, por tanto, poco podía hacer para limitar o prohibir sus actividades conspirativas.

Una aguda crisis política sacudió las bases de sustentación del gobierno de Santana, a quien se le recomendó dimitir del poder. Entonces tuvo lugar una reunión de notables, quienes, como salida a la crisis, propusieron una dictadura provisoria, recomendando a Ramón Mella para ejercerla. Mella, desde luego, rechazó tan descabellada propuesta y, en cambio, se expresó de esta suerte: "El Gobierno constitucional -dijo- tiene fuerza bastante en la ley para hacerse respetar y salvar la Nación. Yo, Gobierno, cojo a Segovia, lo envuelvo en su bandera y lo expulso del país".

Años después, cuando la anexion a España, se originó otro episodio revelador del firme carácter y de la gallardía con que Mella defendía sus convicciones políticas. Meses antes del Grito de Capotillo, Mella estuvo de visita en la capital; visita que coincidió con varias tentativas armadas contra el Gobierno en la línea noroeste.

Se dice que, aprovechando la presencia de Mella en la capital, el Capitán General de la colonia, Felipe Ribero, requirió su presencia en el palacio para tratar un asunto de interés. Cuando estuvo frente a él, Ribero le dijo: "Supongo, General, que usted no habrá estado complicado en esas vagabunderías que han tenido lugar en algunos pueblos de la isla." A lo cual Mella contestó: "-No, General; pero si algún día usted oyera decir que el General Mella está comprometido en algún movimiento, jure que no es vagabundería." ¡Así era Ramón Matías Mella!

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Historiador y ensayista. Especialista en historia dominicana.