Pronunciamiento sobre Unidad, Diversidad y Reconocimiento Institucional entre Sociedades Médicas
No dividir por egos, sino multiplicar en servicio

"La unidad no exige uniformidad. La diversidad no implica división. En la medicina, como en la vida, la arquitectura del conocimiento se construye con múltiples columnas."
Ante las declaraciones del Dr. Luis Farington, presidente del Consejo Nacional de Sociedades Especializadas del Colegio Médico Dominicano (CMD), deseo expresar mi adhesión al llamado a la unidad como principio rector del desarrollo académico, gremial y científico de nuestras sociedades médicas.
Coincido plenamente: la fragmentación innecesaria debilita la interlocución con la industria farmacéutica, dispersa los esfuerzos de educación médica continua y puede generar confusión en la comunidad profesional y en la ciudadanía.
Sin embargo, también es necesario distinguir entre división por intereses personales y diversificación legítima por enfoques complementarios. En ese sentido, propongo una narrativa que reconcilie unidad y autonomía:
La unidad en los fines: todas las sociedades médicas deben coincidir en su compromiso con la excelencia científica, la ética profesional y la formación continua.
La diversidad en las formas: es legítimo que existan sociedades afines pero distintas, siempre que respondan a realidades clínicas, académicas o interdisciplinarias específicas.
La autonomía administrativa con respeto institucional: algunas sociedades, como aquellas vinculadas al Colegio Dominicano de Cirujanos, como lo es la Sociedad Dominicana de Cirugía Vascular y Endovascular, SDCVE, agrupan exclusivamente a cirujanos; otras, en cambio, integran profesionales de distintas especialidades que convergen en un campo común, como la cirugía vascular, la nutrición, la angiologia, la radiologia o la oncología. Ambas formas son válidas si se rigen por los principios del CMD y las leyes dominicanas.
Reconocimiento mutuo sin descalificación: el prestigio no se impone por exclusión, sino que se construye con evidencia, trayectoria y servicio. La crítica debe ser técnica, no personal; y la competencia, un estímulo para la mejora, no una excusa para la fragmentación.
La solución no está en suprimir la pluralidad, sino en crear mecanismos de coordinación, diálogo y colaboración entre sociedades afines, que permitan compartir recursos, armonizar criterios y presentar una voz común ante la industria, el Estado y la sociedad.
Propongo, por tanto, que las recientes autoridades electas del CMD a través de nuevo Consejo Nacional de Sociedades Especializadas convoque a un Encuentro de Convergencia Médica, donde se discutan modelos de coexistencia, se definan criterios de reconocimiento mutuo y se fortalezcan los puentes entre sociedades que comparten campos, pero no estructuras.
La medicina dominicana merece una arquitectura institucional que combine rigor, inclusión y visión de futuro. Que nuestras sociedades no se dividan por egos, sino que se multipliquen en servicio.

Raúl Álvarez Sturla
Raúl Álvarez Sturla