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Reflexiones sobre material perecedero, museos, patrimonio y bienales de arte

La nulidad del laudo abre un debate ético sobre la autonomía de los jurados

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Reflexiones sobre material perecedero, museos, patrimonio y bienales de arte
"Lo que se saca de Raíz Vuelve a crecer", escultura viva del artista Karma Davis Pérez, integrada por una palma real (Roystonea hispaniolana), pieza ganadora en la categoría de escultura de la Bienal Nacional de Artes Visuales 2025. (ARCHIVO DIARIO LIBRE / NEAL CRUZ)

El Consejo Internacional de Museos (ICOM) es la organización global de profesionales de museos que promueve y defiende los museos y el patrimonio cultural y natural. Fue fundado en 1946 y es una organización no gubernamental con sede en París, Francia, que tiene una relación formal con la UNESCO y estatus consultivo ante el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas. Conformada por más de 60.000 profesionales de museos de más de 146 países y territorios. Se organizan en Comités Nacionales (que representan a los miembros del ICOM en un país) y Comités Internacionales (que se especializan en tipos de museos o temas museológicos específicos). Establece los estándares profesionales y éticos que guían el funcionamiento de los museos.

ICOM define que "Un museo es una institución sin ánimo de lucro, permanente y al servicio de la sociedad, que investiga, colecciona, conserva, interpreta y exhibe el patrimonio material e inmaterial. Abiertos al público, accesibles e inclusivos, los museos fomentan la diversidad y la sostenibilidad. Con la participación de las comunidades, los museos operan y comunican ética y profesionalmente, ofreciendo experiencias variadas para la educación, el disfrute, la reflexión y el intercambio de conocimientos."

El ICOM establece en su reglamento interno que además de las instituciones designadas como museos, pueden adherirse a los principios de la organización:  

  • ´´Los monumentos, sitios y yacimientos naturales, arqueológicos y etnográficos, los monumentos y lugares históricos que requieren el desarrollo de actividades relacionadas con los museos, entre ellas la adquisición, conservación, y colección de pruebas tangibles e intangibles de los pueblos y su entorno;
  • Las instituciones que conservan colecciones y exponen ejemplares vivos de plantas y animales con fines educativos, como los jardines botánicos y zoológicos, acuarios y vivarios;
  • Los centros científicos y planetarios;
  • Las galerías de arte sin fines de lucro, así como los institutos de conservación y las galerías de exposición que dependen de bibliotecas y centros de archivos;
  • Las reservas naturales;
  • Las organizaciones museísticas nacionales, regionales o locales, así como los organismos públicos (ministerios, departamentos u organizaciones) responsables de los museos definidos en el presente artículo;
  • Las instituciones u organizaciones sin fines de lucro que desarrollan labores de investigación en los ámbitos de la conservación, educación, formación, documentación, y otras actividades relacionadas con los museos y la museología;
  • Los centros culturales y otras instituciones que facilitan la preservación, perpetuación y gestión de los recursos del patrimonio tangible e intangible, incluido el patrimonio vivo y la creación de artefactos digitales.´´

Esta categorización establece que no existe clasificación que excluye los bienes museables por su tipología material, cultural, natural o inmaterial.

Iniciamos esta reflexión estableciendo los parámetros y el contexto espacial donde se desarrolló la 31 Bienal Nacional de Artes Visuales pues es el punto de partida que nos lleva a las conclusiones.

El argumento que cuestiona la validez de la obra en discusión refiriéndose al artículo 8, párrafo 1 de las bases de la BNAV, sobre materiales perecederos se debió establecer con anterioridad su marco limitativo, porque  el término material perecedero en el contexto de un museo se refiere a los objetos de las colecciones que están compuestos de materiales orgánicos e inestables y, por lo tanto, son susceptibles a la degradación o deterioro rápido debido a factores ambientales o biológicos, son aquellos elementos patrimoniales cuya composición natural los hace intrínsecamente frágiles y de difícil conservación a largo plazo.

Esto incluye fibras y tejidos (algodón, lana, seda, lino, cuero, pieles, plumario), celulósicos (papel, cartón, madera), orgánicos de origen animal (hueso, marfil, ámbar), materiales con resinas o tintes (objetos con lacas, tintes naturales, ciertos plásticos antiguos, películas), especímenes biológicos (colecciones de historia natural, especímenes conservados en líquidos, taxidermias, herbario).

Dentro del contexto de patrimonio intangible que se centra en las prácticas, expresiones, conocimientos y técnicas que las comunidades reconocen como parte de su herencia cultural, los materiales perecederos son objetos orgánicos y efímeros utilizados en el desarrollo de rituales, festivales, artes escénicas o artesanías tradicionales, gastronomía y alimentación tradicional, actos festivos y rituales, flores y plantas, materiales de adorno personal, ofrendas consumibles, inciensos orgánicos, velas de cera, bebidas alcohólicas o aceites vegetales que se queman, artesanía y artes escénicas  donde se utilizan ciertos instrumentos y utilería hechos con pieles, calabazas o cañas y disfraces y máscaras hechos con tela sin tratar, fibras vegetales, papel maché o barro sin cocer, madera blanda.

Los "materiales vivos" en el contexto de museos, son una categoría diferente a los materiales perecederos, y se refiere a organismos biológicos que están vivos y forman parte de una exhibición, este término incluye plantas, árboles, semillas, algas, peces, mamíferos marinos, invertebrados acuáticos, corales, animales vivos (mamíferos, aves, reptiles, insectos).

Una bienal de arte dentro de un museo está obligatoriamente sometida a las definiciones, términos y operación de la institución museística. Las bienales son exposiciones de arte de gran escala que se celebran con el formato globalmente reconocido para presentar arte contemporáneo, funcionando como plataformas cruciales para la experimentación artística, el diálogo cultural y la internacionalización del arte.

La experimentación en el arte contemporáneo ha llevado al nacimiento de movimientos que son parte de la evolución del arte mismo.

La idea de que las bienales de arte deben ser independientes de los museos no es una regla estricta, ya que a menudo colaboran y se benefician mutuamente. Sin embargo, hay razones fundamentales por las cuales la independencia o, al menos, una autonomía significativa de las bienales respecto a las instituciones museísticas tradicionales es crucial para su función y su espíritu.

Este es uno de los puntos de conflicto que permiten interpretaciones diversas, que atentan contra la libertad curatorial, la libertad artística, la flexibilidad en la experimentación que permiten las bienales.

Otro punto de conflicto es como se entiende el arte, definir el arte es una de las preguntas más antiguas y complejas de la filosofía y la estética, y no existe una única definición universalmente aceptada. La comprensión del arte ha evolucionado drásticamente a lo largo de la historia, a través de diferentes culturas y movimientos artísticos.

El ICOM, al definir un museo, hace referencia al arte como "patrimonio material e inmaterial", incluyendo "creación contemporánea". Su definición de museo no define el arte en sí. Se considera que se entiende como arte un amplio espectro de actividades humanas y sus productos que buscan crear, expresar, comunicar o estimular a través de la forma, el color, el sonido, el movimiento o la idea, con una intención estética, emocional o conceptual, y que se distingue de lo meramente funcional o práctico por su valor intrínseco de experiencia o significado. El arte es menos una cosa y más una experiencia, un proceso y un campo de exploración que desafía constantemente nuestras percepciones y entendimientos del mundo.

El ICOM establece como un principio ético fundamental el respeto a la libertad curatorial garantizando la libertad y flexibilidad de la creación artística en todos sus aspectos y formatos, y sobre todo que respete la soberanía de los jurados en sus decisiones de calificación para mantener la credibilidad en nuestras instituciones museísticas.

Vemos con gran preocupación el precedente establecido con la nulidad del laudo de los jurados. Es esencial preservar y garantizar la integridad, la sostenibilidad y la estabilidad operativa de nuestros museos bajo los estándares profesionales y éticos establecidos por los especialistas.

El vacío en el sistema que evidencia este conflicto y dilema ético confirma una vez mas la necesidad de una Ley de Museos.

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Sobre la autora:

Miembro Comité Permanente de Definición de Museos- ICOM Define

Miembro Comité Permanente de Ética de ICOM-ETHCOM, experta externa del grupo de revisión del Código de Ética para los museos.

Vicepresidenta Comité Internacional de Museos Memoriales y Derechos Humanos ICMEMOHRI.

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