Problemas con Temu y su agencia de envío en República Dominicana
Un paquete extraviado, un cliente indignado y una cadena de evasivas

El 20 de agosto recibí una llamada de un número desconocido que se cayó de inmediato. En ese momento yo estaba fuera del país y la señal era mala. Poco después, recibí un mensaje de un número extraño que decía: "Tamu" y luego "la buena". Entendí que se trataba de Temu y le pregunté si era de esa empresa, ya que esperaba un pedido.
Efectivamente, era un delivery de Temu. Sin embargo, me dijo que "se había retirado de la zona" porque no contesté la llamada.
Según él, debía continuar con más entregas, aunque solo habían pasado unos diez minutos.
Durante una semana le pregunté al delivery cuándo me llevaría los paquetes. Siempre respondía "mañana" y nunca cumplía. Tras varios intentos frustrados, decidí llamar a la compañía de envío, Silpolpak. No contestaban las llamadas ni respondían los mensajes por WhatsApp. Tampoco daban información sobre el paradero del paquete ni aceptaban reclamos.
Una amiga me contó que había pasado por lo mismo con Temu y la misma empresa. Me facilitó el número de un supuesto encargado. Cuando hablé con él y expliqué la situación, me respondió que los mensajeros "no pueden estar esperando a los clientes". Le dije: "fueron solo diez minutos, yo estaba trabajando". Aun así, defendía al delivery y no mostraba interés en resolver el problema.
Le expresé mi molestia: "sus deliverys son unos irresponsables; esa forma de actuar me hizo alterarme, diciendo que me iba a llevar mi paquete y no lo hacía, y usted lo defiende". Él respondió: "yo la voy a ayudar, pero usted está muy alterada; le voy a hacer el favor, pero si usted está alterada así no la puedo ayudar". Sentí que me hacían un "favor", aunque yo había pagado por el servicio.
Finalmente, me indicó que el paquete probablemente estaba en la oficina de Silpolpak, en los alrededores de la avenida Luperón. Me envió la ubicación y fui un sábado. El lugar resultó sospechoso: no había letreros de agencia de envío. Estaba dentro de un residencial y la supuesta oficina operaba desde una casa. Un señor me señaló una casa verde; toqué el timbre y una joven me atendió amablemente. Tras verificar mi código de envío, me dijo que mi paquete estaba en Mia Cargo, sin saber por qué lo habían enviado allí.
Fui a Mia Cargo, en la calle José Amado Soler. Me informaron que el paquete había sido trasladado a un almacén en la avenida Las Américas y que lo devolverían a Mia Cargo en un plazo de 3 a 15 días. Acepté esperar la llamada que prometieron hacer cuando llegara, pero nunca llamaron.
Regresé un segundo sábado. Me dieron la misma respuesta: que el paquete seguía en Las Américas y que lo notificarían de nuevo. Les dije: "wao, este paquete sí ha dado brega. Si voy a BM Cargo y me atraso, el paquete está ahí... pero ustedes lo mueven sin control". Las empleadas guardaron silencio.
En una tercera visita, insistieron con la misma excusa. En ese momento me alteré y exigí el paquete o la devolución de mi dinero. Les reclamé: "por un delivery que no quiso esperar, miren toda la pérdida de tiempo que he tenido, solo por ese maldito delivery que no quiso esperar". La encargada respondió: "¿y así es que usted quiere que la ayude, con esa actitud?".
Mi opinión es que Temu, o tal vez su agencia de envío, utiliza estrategias poco transparentes. Parece que les conviene que los paquetes "se pierdan", quizá para quedarse con la mercancía o beneficiarse de algún modo.