El público francés prende fuego a los Juegos de París y sorprende al mundo entero
Cómo París superó las expectativas y sorprendió al mundo
Desde el comienzo de los Juegos Olímpicos de París, el ambiente en las sedes olímpicas está en su apogeo. Durante un verano, la capital francesa se ha convertido en una ciudad despreocupada y llena de gente feliz, un hecho que ha sorprendido incluso a la prensa extranjera.
Es una sorpresa para muchos. El consenso general es que el ambiente de los Juegos de París es excepcional, tanto en las pruebas de tiro con arco como en las finales de natación. Y en las sedes olímpicas, el público francés acude en masa para apoyar con mucho ruido a sus atletas. Algo que no se debe únicamente a los cinco o seis "líderes de ambiente" especializados en cada deporte y cuya misión es animar las gradas.
"No he vivido nada igual en mi vida"
"Creo que por eso estoy aún más decepcionada. Quería darle a este gran público una bonita medalla de oro. Todos han venido a apoyarme, algunos desde muy lejos. Querían una medalla de oro en casa. Pero era un público increíble", comentó la judoca Clarisse Agbénégnou, medallista de bronce.
El Arena La Défense de Nanterre, transformado en piscina olímpica para acoger las pruebas de natación, estuvo abarrotado durante toda la primera semana, y los aficionados franceses acudieron a apoyar a los nadadores franceses, lo que provocó la sorpresa de los espectadores extranjeros y de los propios atletas.
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Léon Marchand, cuatro veces campeón olímpico francés, describió este ambiente único: "Es como un estadio de fútbol. Fue increíble, es realmente difícil de describir. No he vivido nada igual en mi vida, y no creo que vuelva a hacerlo", se maravilló el joven tolosano de 22 años. "Es aún más increíble cuando lo vives. Es indescriptible. Al final de mi carrera, sentía que me empujaban. En los últimos 15 metros, incluso los oía bajo el agua", añadió su compatriota Yohann Ndoye-Brouard.
Una sorpresa primero para los franceses...
Tras semanas de críticas, inquietudes, dudas y protestas, los Juegos Olímpicos parecen haberse ganado el corazón de los franceses, incluso de los más reticentes. Éxito en las gradas, París 2024 es también un éxito en los hogares: según el grupo France Télévisions, mucha gente sigue las competencias en su televisor.
En la zona de aficionados del Club Francia, en el Parque de La Villette de París, muchos visitantes no tenían previsto venir. Mickaël, de 40 años, confesó por ejemplo al diario Le Parisien que incluso pensaba huir de la capital durante este periodo: "[Estar aquí] es algo que no esperaba. Creo que la ceremonia de apertura desencadenó algo", comentó. Una emoción sorpresiva compartida por muchos.
El marco excepcional de estos Juegos de París es una parte importante del entusiasmo colectivo, según el sociólogo e historiador deportivo Eric Monnin, entrevistado por FranceInfo: "Estos Juegos se celebran por primera vez en el centro de la ciudad de una aglomeración urbana. Lo vimos con el triatlón, la maravilla es total porque estamos en sitios históricos increíbles".
Muchos franceses lamentan ahora no haber comprado entradas en su momento, seguros de su poco interés por estos Juegos Olímpicos, o decididos a boicotearlos debido a las numerosas controversias que precedieron al evento deportivo (problemas de transporte o de seguridad, desalojo de estudiantes, desalojo de gente en situación de calle, etc.).
... Y también para la prensa extranjera
Los franceses a menudo son percibidos como seres perpetuamente insatisfechos. Pero después de unos 10 días, los periodistas extranjeros presentes en Francia quedaron en su mayoría conquistados por su experiencia en la capital. Algo que va más allá de los sitios "incomparables en el mundo" (Celestine Karoney, BBC) donde tienen lugar algunas pruebas. Y es que las palabras de Ernest Hemingway, "París es una fiesta", nunca han parecido tan acertadas.
Con un toque de ironía, hasta la prensa estadounidense parece estar bajo el hechizo: "La mayor sorpresa de los Juegos Olímpicos de París: ni siquiera los franceses tienen nada de qué quejarse", titula el Wall Street Journal. The New York Times también señala que "cada una de las hazañas de natación de Léon Marchand es recibida con un delirio incontrolado, no sólo dentro del París La Défense Arena, sino en toda la ciudad. El tumulto del Estadio de los Inválidos, donde tienen lugar los eventos de tiro con arco, podría despertar a Napoleón".
En Europa la sensación es la misma. Y cuando la prensa alemana se dice impresionada por el "éxtasis colectivo que reina en París" (Frankfurter Allgemeine Zeitung), los españoles van más lejos: "Es como si París descansase por unos días de ser París y Francia de ser Francia", subraya Marc Bassets, corresponsal de El País en París, añadiendo que "sonríen los parisinos e incluso los policías". "En España, a menudo decimos que los parisinos son gruñones, que es difícil hablar con ellos, pero me parece que todos son muy amables", confirma Jaume Rielo para la radio española RNE.
Para el corresponsal de Reuters en París, Michel Rose, la capital francesa "se ha convertido en un gigantesco parque de atracciones, incluso fuera de las sedes olímpicas". "Hacía mucho tiempo que no veía la ciudad tan despreocupada y feliz", recalca.
Queda por ver qué pasará después de los Juegos Olímpicos, cuando termine esta tregua instalada por el presidente Emmanuel Macron. Francia sigue sumida en una importante crisis política, y a la espera de saber quién será su primer ministro y qué partidos formarán su nuevo Gobierno.
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