´Es perfecto, es único´: el pebetero volador de París 2024 deleita a las multitudes
La magia de la llama olímpica en el Jardín de las Tullerías
Es una de las imágenes de París 2024. El pebetero volador que acoge la llama olímpica en el Jardín de las Tullerías fascina cada día a más gente. RFI fue a su encuentro.
El sol se esconde en el horizonte. Un globo se eleva. Son casi las diez de la noche. Miles de personas se agolpan a la entrada del Jardín de las Tullerías para apreciar el vuelo del pebetero olímpico que ilumina el cielo parisino.
"Súper bonito"
"Es súper padre, verlo así, con el cielo, así todo claro. Súper bonito", dice una visitante. "Es muy diferente. Uno está acostumbrado a la llama convencional, entonces verla allí suspendida, me parece que es bien interesante", recalca otra.
Muchos quisieran verlo más cerca, una posibilidad gratuita durante el día, pero se necesita un billete que sólo se consigue en un sitio web, saturado con el alto número de solicitudes.
"Qué pena, ¡estar tan cerca y no poder entrar a verla más cerca! Pero aún así está padre el ambiente, con todos alrededor. Fue simpático aun así", cuenta una joven.
Poesía y libertad
Mathieu Lehanneur, diseñador de la antorcha y del pebetero de París 2024, explicó que "no es una llama de gas, es una antorcha aún más poética porque está hecha de luz y de agua. Tampoco es estática, no está en el suelo, se eleva al cielo para hablarnos de poesía, de libertad, de imaginación".
"Es muy especial. Imaginamos que era una llama de verdad, y luego fue una sorpresa. Para nosotros es perfecto, es único", comenta Tony Coudert, un francés.
Aunque muchos se quejan porque el pebetero no tiene fuego, se puede visitar la auténtica llama olímpica. Está salvaguardada en su linterna, justo al lado del impresionante pebetero eléctrico.
Tanto la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, como la presidenta de la región Isla-de-Francia, Valérie Pécresse, han manifestado su deseo de conservar el pebetero después de los Juegos.