El fútbol dominicano a la altura de París
El conjunto dominicano juega su último partido de fase de grupo este martes ante Uzbekistán
Agarre su café y el diario como es costumbre cada mañana, mientras le invito a que por unos minutos conversemos sobre nuestra selección olímpica de fútbol de varones porque lo que están haciendo en estos juegos es algo grandioso.
Hemos hablado antes de que el solo hecho de la clasificación a estas instancias ha sido histórico, una gesta deportiva que sorprendió al mundo del fútbol dentro y fuera de la isla. Con el boleto en los bolsillos, la pregunta que surgía era si seríamos capaces de ubicarnos al nivel de las circunstancias, competirle de igual a igual al rival que tuviésemos de frente.
El miércoles pasado fue el día del debut; nos enfrentamos a Egipto en Nantes, una hermosa ciudad atravesada por el río Loira, kilómetros antes de su desembocadura en el Océano Atlántico. Allí, sobre el césped del estadio mundialista de la Beaujoire, no exagero si le digo que fue el partido que mejor se la ha visto a un equipo de fútbol de la República Dominicana, jamás.
Comencemos por el carácter en el papel los africanos eran favoritos, sin embargo, desde el comienzo nuestros muchachos plantaron carca sin achicarse en ningún momento. El planteamiento que buscó el seleccionador Ibai Gómez se vio plasmado en la cancha, el equipo se ordenó bien en todas las líneas, se supo replegar cuando era necesario y tener buen dominio de la pelota cuando encontró la posesión, se generaron llegadas y oportunidades. Incluso, nos vimos perjudicados por una lamentable decisión arbitral donde se nos anuló un gol por una falta que la repetición mostró claramente que no era. De todos modos, un empate con sabor victoria; un punto que nos pone a soñar.
En Burdeos, el sábado nos tocó España, la actual subcampeona olímpica, con todas las credenciales que usted conoce que la hacen una de las favoritas a aspirar al lugar más alto del podio. A pesar de tener pocas posibilidades de un resultado favorable, el gol de Ángel Montes de Oca al finalizar el primer tiempo nos abrazó a todos de alegría, era el empate parcial; una locura. Tristemente, la expulsión de Edison Azcona por agresión a Cubarsí condicionó todo en nuestra contra. Una mala experiencia que deseo le sirva a Edison para seguir creciendo como futbolista, pero sobre todo, como persona.
No le quiero apurar su cafecito, pero dentro de un rato, específicamente a las nueve en punto de la mañana, nos enfrentamos a Uzbekistán en París, sí, en el hermoso Parque de los Príncipes con oportunidades matemáticas de avanzar a cuartos de final y no, no está soñando, esa es la realidad que nos están poniendo a vivir nuestros jugadores en estas olimpiadas. Pase lo que pase, el agradecimiento es y será para siempre.