Hay opciones de round robin sin jugar para .500 en la serie regular
Con cuatro equipos con marca negativa y uno disparado, el escenario está abierto

Jugar para .500, es decir, ganar al menos la mitad de los partidos de la serie regular, es el primer objetivo que se trazan los equipos de la Lidom cuando arranca la temporada. Es el umbral que en la mayoría de casos garantiza un puesto en la postemporada y en la era del round robin (que inició en la temporada 1986-87) no ha sido la excepción.
No es percepción, los datos respaldan esa idea. De hecho, en 36 torneos con ese formato solo tres veces un club que jugó para .500 no avanzó: Estrellas de 2003-04, Escogido de 2008-09 y Águilas de 2009-10. Dicho de otro modo, el 97.9 % de las veces ese desempeño de igualdad de victorias y derrotas ha sellado el boleto para jugar más allá del Día de Reyes.
Ese apoyo estadístico es el que lleva desde fanáticos hasta comunicadores, incluyendo a técnicos y jugadores a plantear ecuaciones simples como que si a mitad de calendario ibas con 10-15 tendrás que conseguir 15-10 en lo adelante para clasificarte.
Hasta dos por debajo
Sin embargo, la enciclopedia de Lidom también dice que se puede llegar a los playoffs con récord negativo en la etapa regular. En la era del todos contra todos ha habido 23 ocasiones en las que esto ha ocurrido.
- Graficado con porcentaje, se trata del 16 % de los 144 puestos que se han asignados bajo. Desde ese Licey de 1986-87 que tuvo 22-24 hasta las Estrellas de 2022-2023 con 23-27. De hecho, en la edición 2012-2013 tanto Toros como Escogido se clasificaron con récords negativos.
El presente torneo, con unas Águilas disparadas en la punta y con cuatro clubes con marca negativa se presta el escenario de ver uno o dos en el round robin sin jugar para .500. Faltan 66 partidos tras la jornada del miércoles y una vez se llegue al sorteo el torneo pasa a otro nivel.


Nathanael Pérez Neró