Águilas 4, Licey 1: la paternidad más estable de la pelota dominicana
Dominio total: Águilas controlan el torneo... y traen al Licey por la sombra, que se encuentra en la clasificación

Las Águilas Cibaeñas están en lo suyo: echándole el brazo por encima a todo el que se les pare al frente. Pero donde el sazón se siente más espeso, más caliente y más sabroso es cuando el rival se viste de azul. Y esta temporada 2025-2026, querido lector, las Águilas no solo han dominado al Licey... lo tienen de hijo reconocido en la oficialía civil del Estadio Cibao.
Porque una cosa es "ganarte la serie", otra es "dominar el torneo", y otra muy distinta es lo que están haciendo las Águilas: un reinado sin pudor. Un abuso con licencia. Un liderazgo que tiene a medio LIDOM bostezando y al otro medio rezando. Y al Licey, bueno... lo tiene revisando el manual de primeros auxilios.
El Cibao manda, el Licey aguanta... y pierde
Repasemos la lista, porque esto hay que leerlo con calma, como quien revisa un acta de divorcio.
19 de octubre: Águilas 4, Licey 0.
31 de octubre: Águilas 3, Licey 0.
1 de noviembre: Águilas 4, Licey 1.
6 de noviembre: Licey 7, Águilas 1 (la excepción que confirma la regla; las Águilas se dejaron querer).
17 de noviembre: Águilas 6, Licey 4.
Y si usted mira cómo se han dado los juegos, la historia es más simple que un lanzamiento por el medio: cada vez que Licey toma un respiro, las Águilas se lo quitan de un tablazo.
En los tres primeros partidos de la serie individual las Águilas le propinaron dos blanqueadas y un partido de una carrera a los Tigres, en lenguaje de dominó sería una zapatera. Ganaron el cuarto encuentro de la serie individual pero la noche del lunes volvieron a tomar con el control. Encinco encuentros los Tigres han hecho 12 carreras, contra 18 de los Aguiluchos.
Los papás del torneo
Ahora bien, sería injusto decir que la cosa es solo con los Tigres. Las Águilas han estado paseando a todo el circuito:
Su récord contra los Gigantes es de horror. Cinco victorias en seis partidos. 7-3, 6-2, 5-2, 7-3, 6-1 y 4-7.
No han perdido contra las Estrellas en cuatro juegos: 15-10, 6-5, 5-3, 9-8.
Al Escogido lo despacharon 7-6.
Con los Toros han dividido en dos partidos a muchas carreras: 11-4 y 14-7.
Es decir: este equipo no discrimina, reparte igualdad de oportunidades... para perder.
Pero claro, nada vende más que una buena cucharada de "clásico". Y nada alimenta más la alegría aguilucha que ver al Licey sufrir.
El Licey, mientras tanto...
Los Tigres, que venían de la gloria reciente y del pecho inflado, han encontrado en las Águilas a su terapeuta emocional. Cada vez que creen que van enderezando, aparece un rally cibaeño que les recuerda que hay jerarquías que respetar.
El 17 de noviembre fue la muestra más reciente: Licey se fajó, dio pelea, se animó... y al final, las Águilas hicieron lo que hacen las Águilas: ganar y dejar a los azules mirando el dogout con ojos de "¿y por qué es que nos pasa esto?".

Omar Santana