El área de juegos infantiles que se convirtió en un campo de batalla en Los Girasoles
Los 37 disparos perforaron las paredes de concreto y atravesaron puertas de acero, pero no hubo víctimas

Varios niños jugaban, como es su costumbre, en el área donde hacía algunas horas se había producido una balacera que dejó agujeros en las paredes de todas las casas cercanas y que atravesó puertas de acero como si fueran de papel, en el sector Los Girasoles, del Distrito Nacional.
Los pequeños saben lo que ocurrió por lo que escuchan hablar de los adultos y se les oye decir con una sonrisa inocente que estaban en la escuela cuando ocurrió el suceso, ignorando que ese detalle marcó la diferencia. El tiroteo ocurrió cerca de las 10:00 de la mañana del jueves.
La Policía Nacional contó 37 disparos, algunos de alto calibre, muchos de los cuales entraron a viviendas, cruzaron de un lado al otro de la calle y agujerearon el concreto en múltiples puntos, pero ninguno lastimó a nadie.
Los vecinos se sienten afortunados por no tener que contar víctimas mortales, sobre todo porque esa esquina suele estar colmada de personas, sobre todo niños. Allí se encuentran tres colmados a pocos metros de distancia.
Jorge Suárez, propietario de la pulpería de la misma esquina, no se encontraba en el negocio, pero su mujer le contó que su hija de 18 años recién había entrado cuando ocurrió todo.
Lo único que tiene que lamentar hoy es el daño que hizo a su carro la yipeta en la que se transportaban los malhechores que eran perseguidos por los agentes de la Policía Nacional.

La Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) ha identificado a tres de los cinco involucrados en este ataque a los agentes policiales, quienes lograron escapar. Son ellos Jonathan Lessard Peguero (a) "Picante", Jorge Luis Valerio Cleto y Christopher Michael Espaillat (a) Plomo.
Los prófugos, considerados altamente peligrosos, algunos con un extenso historial delictivo, forman parte de una banda fuertemente armada que enfrentó a tiros a los agentes, poniendo en riesgo la vida de los uniformados y de los residentes de la zona.
Durante el enfrentamiento, los agresores abandonaron una yipeta Toyota 4Runner blanca, placa G-448566, la cual fue recuperada por las autoridades. En su interior se incautó un arsenal de guerra que incluía fusiles, pistolas, chalecos antibalas, inhibidores de señal y municiones de alto calibre.
La Policía informó que en el lugar fueron levantados 17 casquillos calibre 9 mm y 15 casquillos calibre 5.56 mm, evidencia del alto poder de fuego utilizado contra los agentes del orden.










Balbiery Rosario