Cuesta Libros: la historia de un sueño que transformó la lectura en la República Dominicana
Mantener el hábito de leer, más que simplemente vender es parte de la misión de Cuesta Libros

En una esquina luminosa de la ciudad, hay un lugar que ha sido testigo del paso del tiempo, de generaciones de lectores y de miles de historias. Ese lugar es Cuesta Libros, un refugio para quienes creen en el poder transformador de la lectura y un faro cultural que, desde hace más de tres décadas, mantiene viva la llama de los libros en la República Dominicana.
Todo comenzó en 1992, cuando Lucio Casado, apasionado lector y escritor, soñó con crear una librería que diera estabilidad a un mercado editorial frágil. Compartió su visión con José Manuel González Corripio, quien también añoraba ver en el país una librería de gran nivel. Juntos abrieron un pequeño espacio de apenas 100 metros cuadrados en la intersección de las avenidas 27 de Febrero y Abraham Lincoln. Nadie imaginaba entonces que aquel proyecto —nacido del amor por la palabra— se convertiría en un epicentro literario nacional.
Hoy, Cuesta Libros ocupa 1,500 metros cuadrados en su sede principal y cuenta con sucursal en Santiago. En sus estantes conviven más de 21,000 títulos, desde los clásicos que nunca pasan de moda hasta las nuevas voces que buscan abrirse camino. Pero más que un negocio, Cuesta Libros es un símbolo de permanencia y compromiso cultural. Su esencia no se mide en ventas, sino en experiencias, conversaciones y emociones compartidas entre quienes buscan, entre páginas, comprender mejor el mundo.
Ese espíritu se materializa en el Foro Pedro Mir, un espacio gratuito que acoge charlas, presentaciones, cuentacuentos y debates. Es allí donde las ideas cobran vida y donde lectores y escritores se encuentran cara a cara. "El Foro es uno de los grandes hitos de la librería", comenta Hans Kuehn, vicepresidente de Librería de Centro Cuesta Nacional y parte del equipo desde hace más de dos décadas. "Representa ese compromiso con el fomento de la lectura y la cultura dominicana". Esa vocación se extendió en 2022 a Santiago, con la creación del Foro Aída Cartagena Portalatín, inaugurado para ofrecer un espacio donde también en el Cibao pudieran realizarse encuentros y actividades literarias.
El negocio del libro, sin embargo, no es sencillo. Requiere conocimiento, intuición y sensibilidad para seleccionar qué títulos llegarán al público. En Cuesta Libros, esa curaduría combina el instinto con la experiencia. Entre los lectores dominicanos, los libros infantiles y juveniles son los más solicitados, una señal alentadora del interés de las nuevas generaciones por la lectura.
Aunque las tendencias tecnológicas parecían amenazar el sector, Cuesta Libros nunca perdió el foco. "El libro digital fue más un mito que una amenaza real", explica Kuehn. "Lo que realmente transformó la atención del público fueron las redes sociales". La librería supo adaptarse sin perder su esencia: fue pionera en el comercio digital, con su página web lanzada en 2004 y un sistema de entregas a domicilio que hoy llega a todo el país.
Durante la pandemia, los libros volvieron a ser refugio. Las ventas digitales crecieron, pero, sobre todo, creció la conciencia del valor de leer. En un tiempo de silencio y pausa, la lectura se convirtió en compañía. Cuesta Libros acompañó a sus lectores, reafirmando su misión de mantener el hábito de leer, más que simplemente vender libros.
Hoy, el reto sigue siendo inspirar. Fomentar la lectura no es tarea fácil, pero es posible cuando se entiende que cada libro puede ser el inicio de una transformación. "Leer no es un acto simple —dice Kuehn—, es uno de los procesos más complejos del ser humano. Requiere emoción, motivación y concentración. Por eso, cuando alguien se enamora de un libro, algo cambia en su interior".
Con más de tres décadas de historia, Cuesta Libros ha logrado algo que pocas empresas pueden decir: convertirse en un referente de confianza, en un espacio que el público siente suyo. En cada rincón, en cada recomendación, en cada encuentro en sus foros, late una misma convicción: que los libros siguen siendo puertas abiertas a otros mundos.
Por eso, más que una librería, Cuesta Libros es un hogar para los lectores, un lugar donde las palabras se transforman en vínculos y donde el futuro se escribe, día a día, con tinta, papel y emoción.



