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Policías acostados
Policías acostados

VIDEO | "Policías acostados" en Santo Domingo Este: ¿solución o problema vial?

Santo Domingo Este enfrenta debate por reductores de velocidad sin normativas claras

La construcción de reductores de velocidad, conocidos como "policías acostados", en calles y avenidas del municipio Santo Domingo Este, por parte de la Alcaldía municipal, genera un debate sobre la legalidad, los daños a los vehículos, el taponamiento y las intenciones del síndico Dio Astacio de reducir los accidentes de tránsito.

Las críticas de conductores son constantes, principalmente por los "policías acostados" en la carretera Mella, próximo a la San Vicente de Paúl, donde fue colocada una cantidad del tipo de reductores continuos de cuatro partes, que hace que los ocupantes de los vehículos salten en su interior y vibren los automóviles.

En la avenida Venezuela, frente a la escuela República de Panamá y al Parque Juan Pablo Duarte II, fueron colocados dos "policías acostados" de más de un metro de ancho y una altura de unas cinco pulgadas.

Conductores consultados, como Benito Santiago, no se oponen a los reductores, pero no con la altura que afecte sus vehículos y entorpezca la vía de cuatro carriles. Armando Vásquez, conductor de carro privado, no considera correctos los reductores de ese tipo en una avenida como esa y entiende que hay otras opciones.

El director de la escuela, Rafael de León, dijo que hicieron la solicitud de los reductores, pero que no tienen nada que ver con el diseño. Explicó que por ese lugar cruzan muchos estudiantes, cuyas vidas se ponen en peligro, a pesar de que cuentan con policías escolares que ayudan a cruzarlos con seguridad.


Lo que dicen los técnicos

Técnicos especializados, como el experto en vías de comunicación Juan José Castilla, entienden que esos dispositivos, también llamados calmadores de tráfico, deben instalarse conforme a normas que regulan su colocación.

Explicó que los reductores modernos están diseñados para no molestar a los conductores que los pasen a las velocidades reglamentadas y para no dañar sus vehículos; sin embargo, muchos no solo destruyen vehículos, sino que afectan el tránsito.

"Ha llegado el momento de crear unas normas y retirar todos los sistemas colocados de forma arbitraria que, aparte de destruir los vehículos y maltratar a las personas, no sirven para nada", afirma.

Los reductores para zonas urbanas, como los speed humps, conocidos como "policías acostados", deben cumplir normas técnicas de diseño, ubicación y capacidad estructural, con el único objetivo de obligar a los conductores a mantener el límite de velocidad establecido.

  • Los hay también tipo cojín o speed cushions, que se utilizan para obligar a reducir la velocidad, pero sin afectar la seguridad y comodidad de los usuarios. 

Las normas internacionales indican que no deben instalarse en autopistas, carreteras de cuatro o más carriles o en vías cuya velocidad máxima permitida sea igual o superior a 60 km/h.

Tampoco deben colocarse en puentes o túneles, ni en los 25 metros anteriores o posteriores a estos; en tramos con pendiente mayor al 5 % antes del reductor; en tramos de vía donde la geometría pueda afectar la visibilidad del conductor, como curvas horizontales y verticales; ni en inmediaciones de edificaciones destinadas a determinados servicios, como bibliotecas o instalaciones médico-hospitalarias.

Existen otros tipos de reductores para velocidades superiores a los 60 km/h, como los de banda con esparcimiento, que además generan un efecto óptico por su color blanco y tienen unos 60 centímetros de ancho.

También están los bandas transversales de alerta, que con una ligera vibración transportan a los conductores una ilusión óptica y acústica que anuncia la llegada a un lugar que requiere reducir la velocidad.

Fernando Díaz, especialista en tránsito urbano, explicó a Diario Libre que existen otros dispositivos para calmar el tráfico, como los de rampa, que funcionan como aceras elevadas con una rampa de subida y bajada que obliga a reducir la velocidad entre 20 y 30 km/h, como ocurre en la Ciudad Colonial.

"¿Qué sucede con lo que ha querido hacer el alcalde Dio Astacio? Ha hecho, como se diría popularmente, reductores de velocidad de asfalto. ¿Qué sucede con los reductores de velocidad? No suelen colocarse en vías principales. Eso tiene especificaciones técnicas y distancia entre uno y otro. Él lo ha hecho sin ninguna normativa, aunque tiene una buena intención, pero técnicamente no viene explicado y lo que está generando es conflicto. Él no es un especialista en señalización, él es un gerente", comentó.


Respuesta del alcalde Dio Astacio

Sin embargo, el alcalde Dio Astacio asegura que todo lo que hace es bajo criterio técnico y que el problema es que en el país mucha gente no quiere cumplir la ley. Considera que en los lugares donde se han colocado reductores hay señalización que indica que hay que pasar a una velocidad de 10 km/h.

"Dondequiera que hay que ponerlos, somos un policía porque tiene una señal que manda a reducir la velocidad. Por ejemplo, los últimos que pusimos tienen una señal que indica que hay que pasar a 10 km/h. Lo primero es la señal. Si hay que pasar a 10 km/h, nadie va a tener problema con un policía acostado", planteó.

  • "Creer que las avenidas son pistas y que las calles son lugares para competir en carreras está quitándole la vida a miles de personas en nuestro país. En nuestro municipio estamos compelidos a cumplir la ley y no se puede andar a altas velocidades. Usted tiene que pasar por nuestro municipio despacio, de tal manera que preserve primero la vida", indicó.

Aseguró que la Ley 176-07, en su artículo 19, otorga a las alcaldías el manejo del tránsito en sus ciudades. Y el artículo 199 de la Constitución de la República les da carácter de autonomía a los municipios.

"Los ayuntamientos no tienen que pedir permiso a nadie para hacer nada en su territorio, coordinación sí, pero no permiso", enfatizó.

Informó que la Ley 63-17 de Tránsito y Movilidad manda a coordinar las acciones con instituciones como el Intrant, el Ministerio de Obras Públicas y la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), lo que aparentemente no se hizo.

Opinión del planificador urbano Mayobanex Suazo

El planificador urbano y exdirector de Planeamiento Urbano de la Alcaldía del Distrito Nacional, Mayobanex Suazo, afirma que para instalar reductores de velocidad lo primero que se debe hacer es presentar el proyecto al Concejo de Regidores y luego al Intrant, que es la entidad que determina si es posible o no; posteriormente debe ser aprobado por el Concejo y la Dirección de Tránsito y Movilidad Urbana.

Asegura que ese tipo de obras no se deben ejecutar de manera administrativa, aunque dijo desconocer qué dicen los reglamentos de la Alcaldía de Santo Domingo Este al respecto.

TEMAS -

Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Dominicana O&M. Ha ejercido el periodismo desde 1988 en radio, televisión y periódicos.