VIDEO | Rubby Pérez: "Su voz tenía fuerza, alma... y algo más: un pedazo del corazón dominicano"
La República Dominicana está de luto tras el colapso del techo de la icónica discoteca Jet Set durante un concierto del reconocido merenguero Rubby Pérez, cuyo cuerpo fue recuperado entre los escombros.
"Su voz tenía fuerza, alma... y algo más: un pedazo del corazón dominicano." Así lo definieron quienes conocieron la esencia de Rubby Pérez, un hombre que no solo fue un cantante de renombre, sino también una figura emblemática del merengue y un símbolo de perseverancia y superación para toda una nación.

El Origen de un Sueño Interrumpido
Nacido el 8 de marzo de 1956 en Bajos de Haina, República Dominicana, Roberto Antonio Pérez Herrera desde joven compartió un sueño con muchos otros jóvenes de su país: el béisbol. A los 15 años, Rubby aspiraba a llegar a las grandes ligas y seguir los pasos de figuras que admiraba. Sin embargo, la vida tenía otros planes para él.
Un trágico accidente de tránsito cambió el rumbo de su destino para siempre. Rubby fue atropellado por un vehículo, lo que le causó una fractura en la pierna derecha. "Pensé que ya no tenía razón de existir", confesó Rubby en entrevistas más tarde, tras un largo proceso de recuperación. Durante casi un año, permaneció hospitalizado, y dos años de terapia fueron necesarios para poder caminar nuevamente.
En medio de este doloroso proceso, Rubby descubrió una nueva pasión: la música. En lugar de enfocarse en la tristeza de su situación, encontró consuelo y esperanza en la guitarra. Fue en el hospital donde empezó a cantar para otros pacientes, transformando su dolor en algo positivo.
"Dios tenía otro propósito para mí, y era que en vez de tener un bate en la mano, tuviera un micrófono", declaró con convicción años después. Así comenzó una carrera que cambiaría su vida y la de muchos otros.
La Ascensión de un Ícono
Después de estudiar en el Conservatorio Nacional de Música de Santo Domingo, Rubby Pérez dio sus primeros pasos musicales en grupos como Los Pitágoras del Ritmo y el Coro de la Sociedad de Orientación Juvenil.
Su gran oportunidad llegó en 1980 cuando se unió a la orquesta de Fernando Villalona, uno de los máximos exponentes del merengue en ese entonces. Fue el saxofonista Popo Cadena quien, al escuchar su potente voz en una fiesta, convenció a Villalona de que Rubby era el indicado para su agrupación.
En 1982, Rubby continuó su ascenso al formar parte de la famosa orquesta de Wilfrido Vargas, uno de los grandes nombres del merengue. Durante su tiempo con Vargas, Rubby grabó 22 temas que lo catapultaron al estrellato, siendo algunos de estos éxitos internacionales como "El Africano" (1983) y "Volveré" (1984).
Rubby describió su paso por esta orquesta como "una universidad" donde aprendió la disciplina y las lecciones musicales que le permitirían desarrollarse como solista.
En 1986, lanzó su primer álbum como solista, "Buscando tus besos", que incluía canciones icónicas como "Dame veneno", "Contigo" y "Ave de paso". Con este trabajo, Rubby consolidó su carrera y empezó a recibir múltiples discos de oro y platino. A lo largo de su carrera, no solo se ganó el reconocimiento nacional, sino también internacional, presentándose en grandes escenarios como el Madison Square Garden de Nueva York.
El amor y la conexión de Rubby con su público fueron claves en su éxito. Más allá de sus premios y reconocimientos, lo que realmente lo definió fue su capacidad para hacer que cada persona se sintiera parte de su música. Siempre interpretó sus canciones con una pasión incomparable, transmitiendo alegría y sentimientos genuinos a cada rincón del Caribe.
Un Reconocimiento que Marcó la Historia
En 2024, Rubby fue homenajeado con el Soberano al Mérito por la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte), un galardón que celebraba no solo su gran talento, sino también su impacto en la música dominicana. A este reconocimiento, Rubby respondió con humildad y gratitud: "Gracias del alma, eso ayuda a que los artistas sigamos adelante", comentó emocionado. El Soberano al Mérito fue una muestra del cariño y el respeto que Rubby había ganado a lo largo de su carrera. A sus 69 años, Rubby seguía siendo un referente de la música de su país.
La Tragedia que Dejó un Vacío Irreparable
El 8 de abril de 2025, el destino de Rubby Pérez dio un giro inesperado y trágico. Durante una presentación en la discoteca Jet Set, en Santo Domingo, el techo del lugar se desplomó en la madrugada, sepultando a decenas de personas bajo los escombros. Rubby Pérez, que estaba en el escenario en ese momento, fue uno de los afectados, su vida se apagó a los 69 años.
La tragedia ha dejado un saldo de 218 personas fallecidas y 189 personas que fueron trasladadas vivas a centros de salud. Los esfuerzos de rescate fueron incansables. Equipos de brigadistas, tanto locales como internacionales de México, Puerto Rico e Israel, trabajaron durante horas para rescatar a las víctimas. A pesar de no sobrevivir a este devastador accidente, Rubby Pérez se mantuvo como un símbolo de fortaleza, amor y coraje hasta su último aliento.
El Legado que Nunca Morirá
Hoy, su partida deja un vacío inmenso. Pero también una huella imborrable. Porque Rubby Pérez no fue solo un artista. Fue el eco de un país que baila, sueña y ama a ritmo de merengue.