San Isidro no es un aeropuerto alterno para aerolíneas, pero sí el más importante aeropuerto militar
Las líneas aéreas son las que escogen sus aeropuertos alternos, no los gobiernos, y escogen alternos que les permitan recuperar el vuelo desviado de la forma más rápida y eficiente

La prensa del pasado 29 de julio reseña cómo se ha hecho una inversión importante en el aeropuerto de la base aérea de San Isidro, con miras a ser revitalizado y, en parte, ser utilizado como aeropuerto alterno para aerolíneas comerciales.
Es importante entender que se trata de dos cosas diferentes: el San Isidro como centro neurálgico de las FF. AA. dominicanas y el San Isidro como aeropuerto alterno para operaciones civiles. Hemos sido críticos de la segunda idea, y este artículo busca explicar nuestra crítica en ese sentido.
Importancia estratégica militar de San Isidro
La base aérea de San Isidro es una base aérea integral que cuenta no solo con el aeropuerto militar dentro de la base, sino que también con un hospital, escuelas, residencias, edificios militares, hangares y arsenales de armas.
- Es el tipo de base que en los EE. UU. se conoce como "base principal de operaciones" (MOB abreviado en inglés).
La posición estratégica de la base aérea de San Isidro en el centro de Santo Domingo Este, a escasos minutos de la capital dominicana, rodeada y la vez separada de la ciudad, hacen de San Isidro un punto ideal para proyectos especiales de las FF. AA. dominicanas.
La base fue un bastión militar del régimen de Trujillo, aunque de allí también salieron movimientos militares antitrujillistas importantes.
De igual manera, fue un centro de poderío militar durante la guerra de abril de 1965, las tensiones cívico-militares durante los doce años del presidente Balaguer, la operación Irán-Contra de los EE. UU., y recientemente, de las operaciones antidrogas en el Caribe y la pandemia del COVID-19.
San Isidro como aeropuerto alterno civil
Es importante aclarar que son las líneas aéreas las que escogen sus propios aeropuertos alternos, no los gobiernos, y lo hacen en base a lo que más les conviene para salvaguardar sus operaciones de pasajeros y carga. Existen diferentes tipos de aeropuertos alternos (alterno de destino, en ruta y despegue).
Comencemos por un análisis de las regulaciones que estipulan la necesidad de dicha figura en los planes de vuelo: los planes de vuelo deben incluir un aeropuerto alterno con las capacidades para recibir el tipo de aeronave utilizada, así como el combustible para llegar a ese alterno y combustible extra para patrones de espera y demás.
La reglamentación, además, establece los requisitos de pronósticos meteorológicos a la hora de llegada a ese alterno, los cuales, a su vez, se rigen por el tipo de ayuda a la navegación disponible en dicho aeropuerto.
Las regulaciones específicas de cada operador generalmente también estipulan que ese alterno debe contar con las facilidades físicas para acoger y acomodar a los pasajeros, lo cual tiene sentido, pues llegar a un aeropuerto en el medio de la nada sin logística para mover 200-300 personas tampoco es buena idea.
Basándose en los elementos básicos descritos, las aerolíneas escogen aeropuertos alternos que les permitan recuperar el vuelo desviado de la forma más rápida y eficiente.
Eso es, aeropuertos que cuenten con la cantidad y tipo de combustible que necesitan, así como las facilidades para el manejo de todos sus pasajeros, generalmente prefiriendo aeropuertos que cuenten con personal de su propia aerolínea o que estén certificados para recibirles y despacharles, así como hoteles y restaurantes cercanos.
Es por todo esto que generalmente las aerolíneas no escogen bases militares como aeropuertos alternos, sino más bien aeropuertos civiles que cumplan con las facilidades descritas, en nuestro país tenemos los aeropuertos de Puerto Plata, Cibao, Catey, Punta Cana y La Romana, todos a pocos minutos de vuelo del AILA, solo por mencionar algunos.
En casos muy especiales, como los vuelos en el centro y sur del Océano Pacífico, sí se utilizan bases militares como aeropuertos alternos, dada la inexistencia de opciones civiles.
Deficiencias del aeropuerto militar en San Isidro
En los últimos años la base aérea de San Isidro ha tenido deficiencias importantes en su componente aeroportuario. Debido a recortes en la inversión militar del gobierno, su aeropuerto militar fue quedándose atrás en las especificaciones técnicas necesarias para mantenerse como un aeropuerto de uso internacional.
Temas como la falta de radioayudas para la navegación aérea, de una torre de control certificada, y de luces apropiadas de pista, entre otros, llevaron a que el aeropuerto militar de San Isidro no pudiese ser utilizado para operaciones importantes como el manejo de jefes de Estado o de vuelos internacionales de gran tamaño.
Solo basta ver la prensa local cuando algún jefe de Estado o visitante importante llega a República Dominicana para darse cuenta de que, en casi la totalidad de los casos, se escoge el aeropuerto internacional de Las Américas como punto de entrada y salida, aún cuando dicha operación en un aeropuerto civil puede significar complicaciones logísticas importantes. Y esto se debe precisamente a las precariedades técnicas que existían en San Isidro antes de esta remodelación.
Si investigamos de dónde vienen los fondos invertidos en San Isidro, encontraremos que la gran mayoría viene del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), el cual a su vez recibe sus fondos del cobro de impuestos a los pasajes y operaciones aéreas.
Esto explica por qué se debe unir la inversión en un aeropuerto militar a una necesidad civil, aunque esta sea de muy remota posibilidad. Es importante que el país cuente con un aeropuerto militar moderno que cumpla con los estándares internacionales necesarios para servir como centro de operaciones de nuestra fuerza aérea dominicana.