Altos niveles de impuestos y costos operacionales reducen competitividad de aerolíneas dominicanas
República Dominicana se posiciona como uno de los países más caros para operar una aerolínea en el continente americano. Al mismo tiempo que apuesta a competir con las aerolíneas más grandes y eficientes del mundo

La firma del acuerdo de Cielos Abiertos con los Estados Unidos el año pasado fue celebrada como un gran logro para la aviación dominicana.
El acuerdo abre las puertas a aerolíneas dominicanas para operar con más libertad dentro del territorio estadounidense, lo que significa un aumento de la competencia entre aerolíneas dominicanas y norteamericanas. República Dominicana es un mercado aéreo de vacacionistas, por lo que el precio del boleto aéreo es el principal punto de competencia.
- Las aerolíneas compiten en base a muchos factores, siendo uno de los más importantes el costo de asiento disponible por milla recorrida (en inglés Cost per Available Seat Mile o CASM).
Las aerolíneas de mayor envergadura reducen CASM en base a economías de escala, mientras que las más pequeñas apuestan a mantener mínimos costos operacionales. El costo operacional (CASM) + impuestos + ganancia = precio final del boleto aéreo.
Segmentación del mercado aéreo
En economía, la sensibilidad del consumidor al precio de un bien/servicio se define como la elasticidad precio de la demanda. Los mercados aéreos de pasajeros generalmente se segmentan en: pasajero de negocios o pasajero vacacionista.
El pasajero vacacionista es más sensible al precio del pasaje, mientras que el pasajero de negocios es menos sensible. Esto significa que, mientras el pasajero de negocios se enfoca en detalles como calidad del servicio o apego al horario, el vacacionista basa su decisión muchas veces en el precio del pasaje aéreo.
La República Dominicana, siendo un destino turístico de playa, tiene un mercado aéreo altamente dependiente de la elasticidad de precio en la demanda. Su principal segmento de viajero es el vacacionista, y el pasaje aéreo es una pieza importante de su competitividad como destino.
Impacto de impuestos en pasajes aéreos
La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) ha establecido, en sus políticas de impuestos en el área de transporte aéreo internacional (doc. 8632), su preocupación en torno a la proliferación de nuevos impuestos en la industria aérea. Además, agrega que es notable el impacto negativo que esto tiene en el desarrollo del transporte aéreo.
OACI establece que el uso de los impuestos recolectados de los pasajes aéreos debe ser utilizado solo para el mantenimiento y mejora del sistema de aviación civil de un país. No para ser utilizados en otras responsabilidades del gobierno.
Estudios de OACI han demostrado que, por cada un dólar en impuestos, la economía nacional pierde dos dólares por reducción de demanda de pasajeros e impacto indirecto por perdida de visitantes.
Distinción entre impuestos y cargos
Otras de las áreas de importancia que la OACI y otras organizaciones internacionales destacan es lo concerniente a diferenciar entre los impuestos a las operaciones y los cargos operacionales.
En ese sentido, costos como manejo en tierra (limpieza, rampa, manejo de pasajeros), seguridad del aeropuerto, entre otros, juegan un papel preponderante en el costo del pasaje aéreo.
República Dominicana
El transporte aéreo es parte fundamental de la economía de nuestro país, siendo la base sobre la cual se ha construido el turismo y mucho del intercambio comercial con otros países. En ese mismo tenor, el Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) es uno de los principales recaudadores de impuestos por parte del Estado dominicano.
El IDAC se posiciona cada año en el tercer y cuarto lugar en cantidad de recaudaciones, siendo solo superado por la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) y la Dirección General de Aduanas (DGA).
Los impuestos recaudados por el IDAC varían desde el impuesto a los pasajes aéreos (el de más ingresos) hasta los cobros de sobrevuelos a aeronaves que muchas veces no tocan suelo dominicano.
El país cobra en promedio un 18 % del impuesto VAT a los pasajes aéreos, o alrededor de 36 dólares (promedio en un pasaje de 200 dólares ida/vuelta), siendo solo igualado por el Perú.
A esto se añaden los altos costos del combustible (uno de los más altos de la región), así como el alto costo de los cargos por manejo en tierra.
En una segunda parte, abordaremos el impacto que esta política fiscal tiene en las aerolíneas dominicanas con miras a la entrada del país al acuerdo de Cielos Abiertos con los EE. UU., así como el empuje para convertir al país en un hub logístico regional.