El aeropuerto de Constanza: una infraestructura estratégica sin fecha de reapertura

La República Dominicana cuenta con una geografía diversa y estratégica, cuyas potencialidades todavía están por desarrollarse plenamente. Un claro ejemplo de esto es el Aeropuerto Doméstico Expedición 14 de Junio de Constanza, una infraestructura ubicada en el corazón del Valle de Constanza, en la provincia de La Vega.

Este aeropuerto, a pesar de su tamaño modesto, representa una pieza clave dentro del sistema aeronáutico nacional, tanto por su ubicación como por la variedad de operaciones que permite. Su prolongado cierre y los errores en su proceso de remodelación deben ser motivo de preocupación nacional.

El aeropuerto se encuentra en una de las regiones agrícolas más importantes del país, y a la vez una de las de mayor atractivo turístico por su clima templado y paisajes montañosos. Es el aeropuerto de mayor altura en la cuenca del Caribe, lo que atrae turistas de aviación general de toda la región.

Su localización estratégica en el centro del valle permite no solo el acceso rápido de visitantes, sino también una plataforma eficiente para el transporte aéreo de carga, especialmente de productos agrícolas de alto valor como vegetales, flores y frutas. Estas exportaciones, que requieren rapidez y conservación de cadena de frío, podrían tener en este aeropuerto un eje de desarrollo logístico que dinamice la economía local.

Valor estratégico 

Asimismo, su valor estratégico va mucho más allá del turismo y la agricultura. La ubicación del aeropuerto y sus condiciones climáticas lo convierten en un punto ideal para operaciones de ambulancia aérea, facilitando el traslado urgente de pacientes desde zonas remotas a centros hospitalarios en ciudades principales. También es un punto neurálgico para operaciones de búsqueda y rescate (SAR), en una región montañosa donde cada minuto cuenta en caso de emergencia. 

Una función menos visible pero igualmente crítica es la del refugio de aeronaves pequeñas durante huracanes. La escasez crónica de hangares en el país hace que muchos propietarios de aeronaves se vean en la necesidad de moverlas hacia zonas seguras durante la temporada ciclónica. Constanza, por su altitud y posición geográfica, ofrece protección natural ante tormentas tropicales y huracanes, convirtiéndolo en un activo indispensable para la aviación general dominicana.

Remodelación sin avance

Sin embargo, en los últimos meses, este aeropuerto ha estado cerrado por una remodelación de su pista, a cargo del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). Lejos de convertirse en una mejora, la obra ha enfrentado serias deficiencias. El contratista responsable realizó un vaciado de asfalto defectuoso, lo que compromete la integridad de la pista y ha obligado a que el trabajo se deba rehacer casi por completo.

Esta situación no solo representa un retroceso económico, sino que evidencia una falta de supervisión técnica rigurosa y una gestión ineficiente de los recursos públicos. En reuniones con la directiva del Departamento Aeroportuario, último responsable del aeropuerto, organizaciones de pilotos hemos expresado nuestra frustración con la lentitud del proceso de Constanza.

Constanza no debe seguir siendo una nota al pie en la planificación del desarrollo nacional. Su aeropuerto es un recurso valioso que, bien administrado, puede ser un motor de crecimiento y un pilar de seguridad aérea. Ignorarlo sería perder una oportunidad que el país no puede darse el lujo de desperdiciar.

Francisco J. Diaz

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Egresado de la licenciatura y maestría en ciencias aeronáuticas de la universidad aeronáutica Embry-Riddle, Daytona Beach, Florida. Se ha destacado como piloto de aerolínea en los Estados Unidos, logrando desempeñarse como capitán de Boeing 767 y 747. Es además presidente y fundador de las organizaciones sin fines de lucro Consejo de Capitanes,  y Asociación Dominicana de Aviación General (ADAG). Y colaborador de la recientemente creada Pilotos Dominicanos en el Exterior (DPA, por sus siglas en inglés).