Cuidado con los baños públicos: azafato condenado por grabar niñas en el baño del avión
El condenado fue arrestado en enero de 2024, después de que una adolescente de 14 años descubriera su teléfono oculto en un baño del avión con la cámara activada
Diario Libre USA
Un caso que ha generado repudio e indignación en Estados Unidos vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de extremar precauciones al usar baños públicos, especialmente en espacios confinados como los aviones.
Un asistente de vuelo de American Airlines fue condenado a 18 años y medio de prisión tras descubrirse que grabó en secreto a varias menores de edad mientras usaban el baño de una aeronave.
El condenado, identificado como Estes Carter Thompson, de Charlotte, Carolina del Norte, fue arrestado en enero de 2024, después de que una adolescente de 14 años descubriera su teléfono oculto en un baño del avión con la cámara activada.
La menor, que viajaba de Charlotte a Boston, notó algo extraño en el sanitario de primera clase tras una conversación previa con Thompson, quien la había dirigido allí con la excusa de que el asiento del inodoro estaba dañado.
Una vez dentro del baño, la adolescente observó unas calcomanías rojas en la tapa del inodoro, justo donde estaba montado el dispositivo de grabación. La menor tomó una fotografía del celular y de las pegatinas, y luego avisó a sus padres.
Su padre confrontó al asistente de vuelo, quien se encerró en el baño antes del aterrizaje y presuntamente restauró el teléfono a su configuración de fábrica en un intento de borrar las pruebas.
Más evidencias
Tras la denuncia, las autoridades accedieron al respaldo digital del acusado y hallaron más evidencia alarmante: grabaciones similares en al menos cuatro vuelos anteriores, 50 imágenes de una menor que había viajado como pasajera no acompañada en julio de 2023, así como cientos de imágenes de abuso sexual infantil generadas por inteligencia artificial.
El patrón de conducta, según los fiscales, se remonta al menos a enero de 2023.
- En el juicio, Thompson se declaró culpable de intento de explotación sexual de menores y posesión de imágenes de abuso infantil. La jueza Julia E. Kobick calificó su conducta de "aberrante" y enfatizó que las víctimas habían perdido su inocencia debido a sus actos.
El acusado pidió perdón durante la audiencia del 23 de julio, describiendo su comportamiento como "egoísta, perverso y equivocado", y aseguró que buscará tratamiento como delincuente sexual.
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