Politólogo considera que Trump intenta restaurar el orden internacional unipolar
Superpotencias y desafíos en el siglo XXI
El presidente Donald Trump, durante su discurso de toma de posesión, expresó su intención de restablecer un orden internacional unipolar, al declarar que Estados Unidos "reclamará su legítimo lugar como la nación más grande, poderosa y respetada de la Tierra". Esta declaración fue citada por Juan González, politólogo y experto en relaciones internacionales, quien también es profesor en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Según González, los planes de Trump, que incluyen el intento de recuperar el control del Canal de Panamá, adquirir la isla de Groenlandia y fortalecer la influencia en el Golfo de México, indican su deseo de restaurar el orden unipolar que surgió tras la caída del Muro de Berlín.
El politólogo explicó que Trump y sus asesores consideran que los principales rivales geopolíticos de Estados Unidos enfrentan serias dificultades. A su juicio, Rusia está debilitada por la guerra en Ucrania, mientras que China lidia con problemas económicos internos, como una desaceleración en su sector inmobiliario y una disminución significativa de la inversión extranjera directa. Además, India, aunque está en ascenso, aún carece de la fuerza económica, militar y tecnológica necesaria para influir de manera decisiva en el sistema global.
No obstante, González subrayó que Trump ignora factores clave que han minado el liderazgo de Estados Unidos como única superpotencia mundial, como la invasión a Irak en 2003, que violó el derecho internacional y deterioró la legitimidad de Estados Unidos ante la comunidad global. También mencionó la crisis financiera de 2007-2008, la invasión rusa a Georgia en 2008 y la formación del bloque BRICS en 2006 como señales de la decadencia del orden unipolar.
Sobre el debate de la multipolaridad, el académico reconoció que Estados Unidos ya no ostenta la supremacía absoluta, pero argumentó que el sistema internacional actual no puede considerarse completamente multipolar. Señaló que los sistemas internacionales se han consolidado históricamente a través de acuerdos entre potencias, en eventos como el Congreso de Viena en 1815, las conferencias de Yalta y Potsdam en 1945, o la Cumbre de Malta en 1989, y subrayó que aún no se ha dado un evento similar para crear un consenso sobre un nuevo orden global.
En cuanto a las estrategias de seguridad y las rivalidades geopolíticas, Trump presentó en 2017 su Estrategia de Seguridad Nacional, en la que catalogó a China y Rusia como potencias revisionistas que amenazan el "status quo" del sistema internacional. En base a esta estrategia, su administración implementó medidas como la guerra comercial contra China en 2018 y la guerra tecnológica en 2019, aunque estas tensiones también afectaron las relaciones con aliados clave, como Alemania e Italia, que estrecharon vínculos con China y Rusia.
Por su parte, la administración Biden (2021-2025) continuó con la guerra comercial y tecnológica contra China, restringiendo aún más el acceso de este país a tecnologías avanzadas, como las necesarias para la fabricación de semiconductores y el desarrollo de inteligencia artificial. Además, Biden se enfocó en reforzar las alianzas tradicionales de Estados Unidos, logrando que Italia abandonara la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de la Seda de China y que Países Bajos limitara la exportación de máquinas clave para la producción de semiconductores avanzados.
González destacó que la guerra en Ucrania, iniciada en 2022, reveló la dependencia de la Unión Europea de Estados Unidos en materia de seguridad, dado que ningún país europeo tiene la capacidad militar suficiente para contrarrestar las ambiciones de Putin en Europa del Este. Este conflicto permitió a Estados Unidos aumentar su influencia política y económica sobre el bloque europeo, al mismo tiempo que logró el objetivo estratégico de distanciar a Rusia de Alemania, en parte debido a la dependencia energética de Alemania hacia Rusia.
El politólogo indicó que los recientes eventos han fortalecido la posición de Estados Unidos como superpotencia global en comparación con hace una década. Por lo tanto, Trump y sus estrategas consideran que el país debe reclamar su rol como única superpotencia mundial, recurriendo, si es necesario, al uso de poder militar o económico contra quienes se interpongan en su camino, lo cual contradice los valores liberales promovidos por Occidente desde la Segunda Guerra Mundial.
Finalmente, González advirtió que si Trump, con su enfoque unilateralista, debilita las alianzas clave que Estados Unidos ha cultivado con potencias como Japón, Alemania, Francia, Italia y Canadá, podría dañar uno de los pilares fundamentales del poder estadounidense. Además, señaló que China es la única nación con la capacidad de desafiar el liderazgo de Estados Unidos en áreas económicas, tecnológicas y militares en las próximas décadas, lo que podría acelerar la transición hacia un sistema internacional multipolar, una meta que también comparten otras potencias emergentes como Rusia, India y Brasil.