Polémica entre la alcaldesa de Boston y el próximo "zar de la frontera" por deportaciones masivas
Michelle Wu busca proteger a los inmigrantes de la ciudad de las deportaciones masivas de Trump
La alcadesa de Boston, (considerado una ciudad "santuario" por sus protecciones a los inmigrantes), y el "zar de la frontera" de la nueva Administración Trump, se han enfrentado en los últimos días por la promesa de las deportaciones masivas que enarboló el republicano en campaña para hacer frente al flujo migratorio en el país norteamericano.
Michelle Wu, hija de inmigrantes taiwaneses, ha dicho que la ciudad que dirige no cooperará con los funcionarios federales de inmigración si se ejecuta el plan de lo que el presidente electo Donald Trump ha llamado la mayor deportación en la historia de los Estados Unidos.
- La alcaldesa firme ha asegurado que nadie va a tocar su ciudad, porque es una ciudad segura y santuario.
"Ella no es muy inteligente", fue la respuesta de Tom Homan, el futuro encargado de las fronteras de EE.UU., quien lo enmarcó como un problema de seguridad pública durante una entrevista televisada esta semana. "Lo que acabo de decir es que el presidente Trump va a priorizar las amenazas a la seguridad pública".
Wu es uno de varios líderes demócratas que prometen luchar contra las deportaciones, usando de escudo la Ley de Confianza de 10 años de antigüedad que prohíbe la cooperación de las fuerzas del orden y las escuelas en asuntos civiles, según informa CBS News.
- "La gente puede decir lo que quiera sobre mí, esto no se trata de mí, nuestro historial de seguridad pública habla por sí mismo", respondió Wu a Homan.
La alcaldesa dijo que lo que está haciendo es proteger a los residentes de la ciudad de la deportación ilegal.
"Ya sea en nuestro sistema escolar, cuando se interactúa con la policía u otros departamentos de la ciudad, no preguntamos sobre el estatus migratorio y no proporcionamos esa información porque queremos que estos espacios sean donde todos puedan conectarse y, por lo tanto, hacer que todos estén más seguros", dijo Wu.
Las ciudades "santuario" son llamadas así porque ponen en práctica políticas estatales para limitar su colaboración con las autoridades federales de inmigración, evitando redadas y deportaciones.
En términos generales, esto significa que cuando un residente de alguna de estas ciudades entra en contacto con la policía no se le pregunta por su estatus migratorio. En estas ciudades, los indocumentados pueden adquirir ID, pagar taxes, licencia de conducir y trabajar teniendo derechos que cualquier persona con un estatus legal pudiera recibir.
La preocupación es que al defender el estatus de santuario, la alcaldesa de Boston podría perder recursos federales en la nueva administración.
"Si tenemos preparación para cada situación la responsabilidad más importante es proteger nuestros residentes", ha dicho Wu.
Por su parte el concejal de origen dominicano Enrique Pepén aseguró que "de cualquier forma no íbamos a recibir muchos fondos federales" al ser consultado por Telemundo 47.
Lo cierto es que para cumplir su promesa, Donald Trump y sus funcionarios necesitarán apoyarse en los gobiernos y departamentos de policía locales y estatales, donde la medida encuentra rechazo y respaldo casi partes iguales.
En Estados Unidos hay cerca de 11 millones de personas residiendo sin documentación legal.
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