Francine llega a Luisiana como un huracán de categoría 2
Francine adquirió fuerza de las aguas sumamente calientes del Golfo de México, fortaleciéndose de un huracán de categoría 1 a uno de categoría 2
El huracán Francine llegó a Luisiana el miércoles por la noche como una tormenta de categoría 2, que los meteorólogos advierten podría generar marejadas potencialmente letales, inundaciones generalizadas y vientos destructivos en la costa estadounidense en el Golfo de México.
Francine tocó tierra a las 4 de la tarde en el distrito de Terrebone, a unos 48 kilómetros (30 millas) al suroeste de Morgan City, anunció el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés). Con vientos máximos sostenidos de casi 155 kilómetros por hora (100 millas por hora), el meteoro impactó una frágil región costera que aún no se ha recuperado completamente de una serie de huracanes devastadores en 2020 y 2021.
En Morgan City, Luisiana, las gasolineras habían tapiado sus ventanas y guardado los basureros. Aún daban servicio a los pocos automóviles que pasaban por allí poco después del amanecer del miércoles.
El capitán de barco jubilado Pat Simon, de 75 años, y su esposa, Ruth, habían puesto todas sus pertenencias en bolsas de basura y las habían atado en la parte trasera de una camioneta U-Haul alquilada mientras evacuaban su casa en las inmediaciones del río Atchafalaya, cerca de Morgan City.
"No creo que vaya a ser tan malo como los otros, como Ida y Katrina", dijo. "Ya hemos tenido algunos malos".
Francine adquirió fuerza de las aguas sumamente calientes del Golfo de México, fortaleciéndose de un huracán de categoría 1 a uno de categoría 2, con vientos de 155 a 175 km/h (96 a 110 mph), señaló el NHC.
El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, exhortó a los residentes a "mantenerse lejos de los caminos, quedarse en casa y no moverse". Dijo que la Guardia Nacional había sido enviada a distritos que podrían ser afectados por Francine.
El presidente Joe Biden concedió una declaración de emergencia que ayudará a que Luisiana obtenga dinero federal y ayuda logística de dependencias como la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias. Tanto Landry como el gobernador de Mississippi, Tate Reeves, declararon estados de emergencia, lo que les autorizaba a liberar recursos con rapidez para asistencia de desastres.
Había una alerta de huracán en vigor para la costa de Luisiana desde Cameron hasta Grand Isle, a unos 80 kilómetros (50 millas) al sur de Nueva Orleans, de acuerdo con el NHC.
Había una alerta de marejada ciclónica desde la frontera de Mississippi y Alabama hasta la frontera de Alabama y Florida. Ese tipo de alerta significa que existe una probabilidad de que se produzcan inundaciones peligrosas.
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