En la Georgia rural, los evangélicos apoyan a Trump
Apoyo inquebrantable a Trump en el cinturón bíblico
Las iglesias salpican las verdes colinas de esta zona de Georgia, en el sureste de Estados Unidos, donde ondean las banderas nacionales, Dios es lo más importante y Donald Trump no se queda muy atrás.
En este estado sureño, los fieles son conscientes de que el expresidente republicano no es un cristiano ejemplar, pero lo perdonan porque nombró a tres jueces conservadores en la Corte Suprema, responsable de la anulación del derecho federal al aborto en 2022.
Yance Thompson, un fornido cuarentón de penetrantes ojos azules, vive en una de esas colinas de los montes Apalaches. Una biblia descansa sobre la mesa del patio de su amplia casa.
Su esposa Meredith y él tienen 10 hijos, nueve de ellos adoptados, y comparten una misma visión de la vida respecto a la fe y la política.
"Como creo que el aborto está mal, diría que (Trump) hizo un gran trabajo sobre ese asunto", opina Yance Thompson.
"No me gusta nada el aborto. Siento que no está bien. Siento que un niño es un niño desde la concepción", añade Meredith Thompson. "No estoy de acuerdo con ello. Me rompe el corazón, me pone muy triste".
Casi la mitad de la población del condado de Rabun se identifica como cristiana evangélica y más del 70 % se considera religiosa.
De niño, Yance Thompson, cuyo padre era predicador, "siempre estaba en la iglesia".
"Hay un verdadero sentido de comunidad", dice. "Hay familias que han permanecido en esas iglesias y han sido creyentes durante cientos de años".
Su esposa celebra el hecho de vivir "en una pequeña burbuja".
Ambos aseguran que votarán por el Partido Republicano.
Cinturón bíblico
Por supuesto, Yance no ignora algunos de los defectos de Trump. Dice que el magnate inmobiliario "no es un mal" político, aunque admite que quizá no sea tan buen cristiano.
De hecho, Trump, que no es religioso, fue declarado en 2023 responsable de agresión sexual. Y en mayo de este año fue condenado por 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales, relacionados con pagos a una exactriz porno en vísperas de las elecciones de 2016.
Trump, que fue objeto de un intento de asesinato en julio, ha usado sin embargo la carta de la intervención divina en la campaña electoral, diciendo que Dios le salvó la vida.
Esto puede tener una buena acogida entre los votantes más creyentes, incluidos los del condado de Rabun, en el corazón del llamado Cinturón Bíblico estadounidense, que se extiende por varios estados sureños como Georgia.
Aquí la gente ondea banderas confederadas desde sus camionetas, a menudo junto a carteles de "Trump 2024".
En las presidenciales de 2016, el multimillonario ganó en Georgia, y los cristianos evangélicos fueron clave en esa victoria decisiva hacia la Casa Blanca.
Y en 2020, ocho de cada 10 habitantes del condado de Rabun votaron por Trump, cuando perdió por un estrecho margen frente a Joe Biden.
Meredith Thompson, que regenta una tienda de muebles, estudió en una escuela y en una universidad cristianas. Reza siempre que puede, asegura.
Su oposición al aborto la ha llevado a votar siempre por los republicanos.
"Parece que gran parte de la naturaleza de los demócratas es muy controvertida, muy airada. Con protestas quemando edificios. No me gusta la violencia", añade. "Quiero que nuestras libertades sigan intactas".
"En ascuas"
En Clayton, la capital del condado escondida entre bosques, el domingo es para ir a misa.
La iglesia bautista del centro está abarrotada, con más de 400 personas sentadas en sillas en este gimnasio convertido en lugar de culto.
La gente reza al son de la música y una gran pantalla cuelga del techo. La familia Thompson se sienta en primera fila durante el sermón.
Todos recuerdan lo que ocurrió en 2020 cuando Biden ganó Georgia por menos de 12,000 votos.
El estado se divide entre ciudades de mayoría demócrata, como Atlanta, con una gran población negra, y zonas rurales mayoritariamente blancas y conservadoras.
Trump fue inculpado en Georgia por intentar anular aquí el resultado de las elecciones de 2020.
William Griffin, el joven pastor de la iglesia bautista de Clayton, dice que la gente sigue enfadada por esa derrota.
"Sienten que los dejaron tirados en las últimas elecciones. Y por eso todo el mundo está en ascuas", asegura.
Según él, pone en duda, y habla también en nombre de sus parroquianos, la vitoria de Biden en 2020, una acusación sin fundamento en la que Trump y sus fieles siguen insistiendo.
"Por eso van a votar a su candidato. Y van a esperar y rezar de verdad para que el proceso sea limpio", dice Griffin.
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