Nuevo intento de diplomacia China-EE.UU. para descargar tensiones
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, llegó a Pekín para una visita de cuatro días a China

La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, llegó este 6 de julio a Pekín en el inicio de una visita de alto nivel con el propósito de mejorar las comunicaciones y estabilizar las tensas relaciones entre las dos mayores economías mundiales.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, llegó a Pekín para una visita de cuatro días a China, en un nuevo intento para descargar tensiones entre las dos grandes potencias. La visita de Yellen se produce semanas después de la de Antony Blinken, secretario de Estado estadounidense.
Yellen tiene previsto reunirse el viernes con el primer ministro chino, Li Qiang. Su agenda también incluye una reunión con el ex vice primer ministro Liu He, y una cena organizada por el exgobernador del Banco Central de China Zhou Xiaochuan, indicó a los periodistas este jueves un funcionario del Tesoro.
Las reuniones de estos días entre Yellen y altos funcionarios chinos se centrarán en los obstáculos comerciales entre ambos países, aunque no se descarta que Pekín insista en reclamar que Estados Unidos frene su injerencia en asuntos que China considera internos, como Taiwán.
Relaciones comerciales
En una muestra de los desafíos a los que se enfrenta Yellen, el diario económico Wall Street Journal publicó que el gobierno estadounidense sopesa restringir el acceso de las firmas chinas a los servicios de computación en la nube de empresas como Amazon o Microsoft.
En las relaciones comerciales, Pekín mantiene sus acusaciones contra EE.UU. sobre los intentos de desacoplamiento o interrupción de las cadenas industriales y de suministro, al tiempo que insta al cese de las restricciones a las exportaciones de chips de China.
Para el gigante asiático, son claras las intenciones estadounidenses de frenar el desarrollo de China. Por su parte, EE.UU. defiende que las sanciones y medidas aplicadas responden a la seguridad nacional.
En un contexto mundial de grandes turbulencias, las tensiones entre estas dos grandes potencias no benefician a ningún país del mundo. Las intenciones parecen ser buenas, pero, como en anteriores ocasiones, más valen los hechos que las palabras.