Y llegó la diva, llegó Anna
La indiscutible diva de la ópera estará acompañada del tenor brasileño Martin Mühle el jueves 6 de febrero en el Teatro Nacional

Anna Netrebko (Krasnodar, Rusia, 1971), quien se ha ganado el puesto como la diva indiscutible de los últimos años, llega por primera vez al país, en una producción de César Suárez Pizano y se presentará en el Teatro Nacional Eduardo Brito el jueves 6 de febrero, junto al tenor brasileño Martin Mühle, acompañados por la Orquesta Sinfónica Nacional bajo la dirección de su titular, el maestro José Antonio Molina.
El formato de este concierto se concentra en los grandes compositores italianos de ópera de los últimos siglos.
La Netrebko reúne lo mejor de una soprano, su carrera ha sido imparable y la ha planteado con una inteligencia fuera de serie. Su voz es poderosa y flexible, precisa y versátil, con un bellísimo timbre; su seguridad en los agudos, sus graves rotundos y sus pianos la convierten ya en una soprano legendaria.
Huella dentro y fuera de la ópera

La cantante rusa ha brillado a lo largo de su carrera en los mejores teatros del mundo, donde comenzó interpretando tanto roles mozartianos como repertorio belcantista y ruso, para derivar a grandes roles de Verdi o Puccini.
Ha sido también la primera artista de música clásica nombrada en la lista anual de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Time.
Netrebko ha dejado su huella tanto dentro como fuera del mundo de la ópera.
Su voz ha ido madurando hermosamente, pudiendo afrontar papeles de verdadero dramatismo y un repertorio más pesado, incluyendo la Elsa de "Logengrin" de Wagner y la Elvira de "Forza del Destino" de Verdi, sin perder la gracia y coquetería que forman parte intrínseca de su personalidad y que juegan con Lehar o Kalman.
Esperamos que, como diva que se precie, deslumbre con su vestuario siempre espectacular y las fabulosas joyas de Chopard, de las cuales es embajadora.

El tenor que la acompaña, Martin Mühle, brasileño, estudió en el Conservatorio de Lübeck y ha cantado roles protagónicos en los grandes teatros del mundo. Estamos seguros de que se lucirá en las arias que le tocan y, junto a la Netrebko, tendremos dúos llenos de lirismo y dramatismo.
Primera parte del repertorio
Al Teatro Nacional, la Netrebko llega y se planta firme como en todas partes, ofreciendo como aperitivo de Francesco Cilea (1866-1950) el aria de "Adriana Lecouvreur": ''Ecco respiro appena... Io son l'umile ancella'.
Esta ópera es la obra más conocida del compositor calabrés y la única que permanece en repertorio. Del acto I, Adriana, una actriz responde a los elogios de sus admiradores, atribuye su talento a Dios y declara que su voz es como un susurro.
Mühle estrena el concierto con "Amor Ti vieta" de "Fedora", de Umberto Giordano (1867- 1948), la ópera apenas se presenta, es un rara avis, pero esta aria poderosa y emotiva está presente en el repertorio de la mayoría de los tenores, es un ejemplo clásico de la pasión y el drama inherentes al género operístico.
Y llegamos a Giuseppe Verdi (1813-1901), uno de los compositores de ópera más importantes de la historia, "el más italiano de los italianos". De Verdi no podía faltar "La Traviata", y de ella el famoso brindis "Libianmo ne lieti calici".
Aquí la podemos ver en la mítica producción del Festival de Salzburgo del año 2005, con el vestido rojo que tanta polémica ha causado.
Y el segmento de Verdi, escogido con sabiduría para lucimiento de los cantantes y la orquesta, nos trae "La Forza del Destino", una de las partituras más ambiciosas del compositor, una ópera llena de intensos dramas personales en un contexto de guerra y en el que la religión juega un papel ambiguo.
La obertura que escucharemos nos presenta el siniestro motivo del destino, es memorable. Entre las hermosas e íntimas arias de "La Forza del Destino", escucharemos la ardiente aria de Leonora, "Pace, ¡pace mio Dio!" del Acto IV, donde ruega por la paz.
La Forza está basada en la obra española "Don Álvaro o la fuerza del sino", del Duque de Rivas. Se estrenó en el Teatro Imperial de San Petersburgo en 1862. En esta aria la Netrebko, además de siempre cantarla maravillosamente, luce un histrionismo que embelesa.
La segunda obertura que escucharemos ha sido descrita como lo mejor de la ópera, "Las vísperas sicilianas", basada en un evento histórico que dio inicio a la Guerra de las Vísperas Sicilianas.
Y para cerrar Verdi y la primera parte del programa, llega de "Aida" el desgarrador dúo final "La fatal Pietra sopra me si chiuse".
Aida es, probablemente, una de las más famosas óperas de toda la historia, por su belleza y sobre todo por la grandiosidad que suele estar presente en todas las producciones.
Los amores de la esclava etíope Aida con el caudillo egipcio Radamés son el hilo conductor de la historia que, como todo drama romántico, tiene un trágico desenlace. Este dúo final es uno de los pasajes más bellos de toda la ópera.
Y llega Puccini, (1858 -1924), el amado Puccini, con "Tosca", estrenada en 1900 en Roma, donde se desarrolla. Esta ópera, intensamente dramática, ha gozado de una popularidad que nunca la ha abandonado.
En la Roma ocupada por Napoleón, en el 1800, se desarrolla la historia de la cantante de ópera Floria Tosca y su amante, el pintor Mario Cavaradossi, quienes se ven envueltos en una trágica historia al intentar ayudar a un revolucionario perseguido por la justicia.
En el acto II, el barón Scarpia, jefe de la policía, interroga a Tosca mientras su amante, Cavaradossi, es torturado. Scarpia exige sus favores como precio de la vida de Cavaradossi.
Asqueada y consternada, Tosca responde con "Vissi d'arte", una elocuente y apasionada declaración que culmina en una tremenda efusión de dolor. De Tosca tendremos, además, el aria de Caravadossi con Mühle, "E lucevan le stelle" y el dúo "Mario Mario Ma felle l´ ochi neri" de Mario y Tosca.
Segunda parte del repertorio
Para respirar después de tan intenso drama, una de las páginas más bellas de la ópera italiana y universal, el Intermezzo de la ópera Cavalleria Rusticana de Pietro Mascagni (1863 -1945), y de Puccini un aria que la Netrebko ha hecho suya.
La interpreta con una hábil manipulación de la voz, la expresión facial, el lenguaje corporal.
Es el más puro pavoneo de la belleza humana, demostrando vanidad, egoísmo, narcisismo, deseando amor, coqueteando y provocando amor... la vasta profundidad en la sutileza de las emociones humanas de la autoglorificación, el amor, la inseguridad en el amor y el deseo de ser amado, del acto II de "La Bohème", el vals de Musetta "Quando m'en vo".
Y sigue la Netrebko con el compositor húngaro Emmerich Kálmán (1882 -1953), el único compositor no italiano en el programa, y una bella aria, "¡Heia, heia! In den Bergen ist mein Heimatland!", de la opereta "La princesa de las csárdás".
Y para terminar el programa formal, dos arias de la ópera "Andrea Chenier", de Umberto Giordano (1867- 1948), su obra más conocida y una de mis grandes favoritas, compuesta a finales del siglo XIX.
"Andrea Chénier", basada en la vida del poeta francés André Chénier, quien fue ejecutado durante la Revolución Francesa, fue estrenada en 1896 en la Scala de Milán.
Escucharemos el aria de Chenier "Come un bel di di maggio" y el dúo final "Vicino a te", donde los amantes, Andrea Chénier y Maddalena di Coigny, se preparan para la muerte en la prisión de Saint Lazare.
Magdalena escoge morir al lado de su amante y es uno de los más bellos duetos de ópera que se han escrito.
Como todo programa de cantantes de ópera, está sujeto a cambios y estoy segura de que nos brindarán algunas propinas. Espero entre ellas "Oh mio babbino caro" de Gianni Schicchi , o "Il Bacio y Nessun Dorma", esperemos...
Gracias a don César Suárez Pizano, conocido por sus siempre escogidas y extraordinarias presentaciones, esta vez, como es costumbre, se merece también una reverencia y un gran aplauso.