El fenómeno global del k-pop: de sus orígenes a la expansión Internacional
Diario Libre viajó recientemente a Corea del Sur y conversó con una experta en este ritmo
El k-pop ha recorrido un largo camino desde sus humildes comienzos en la década de 1990, cuando la música popular coreana estaba dominada por géneros más tradicionales, hasta convertirse en un fenómeno cultural global.
Con su mezcla de estilos musicales, su atractivo visual y una base de fans internacional cada vez más diversa, el k-pop ha sido uno de los principales exponentes de la llamada Hallyu u Ola Coreana, que ha impactado la cultura global en los últimos años.
¿Cómo el k-pop logró expandirse más allá de Corea del Sur, convirtiéndose en un fenómeno global? Para profundizar en este tema, contamos con las perspectivas de Kang Hye Won, experta surcoreana en la industria del k-pop, quien nos ofrece un análisis detallado sobre este proceso.
Según Kang, "aunque a menudo se considera que el k-pop y la cultura pop coreana son sinónimos, el k-pop está diseñado de manera única para atraer a audiencias internacionales". Esta distinción refleja la importancia de las estrategias desarrolladas para posicionar el k-pop como un producto de exportación global.
De los primeros pasos a la expansión global
La historia del k-pop comenzó en los años 90, cuando la música tradicional surcoreana era el centro de la escena.
Sin embargo, la apertura de Corea del Sur hacia influencias extranjeras y el contacto con culturas como la estadounidense, impulsaron una transformación musical significativa.
En 1992, el grupo Seo Taiji and Boys revolucionó la escena musical surcoreana al introducir una fusión de géneros como el hip-hop, el dance y el rock, algo completamente novedoso en ese momento. Este fue el primer paso hacia lo que más tarde se conocería como el k-pop.
Kang Hye Won remarca que este tipo de fusión musical fue clave para su éxito: "El k-pop está diseñado de manera única para atraer a audiencias internacionales. Si bien muchas veces se asocia a la cultura pop coreana, el k-pop ha sido pensado específicamente como un producto de exportación global".
La popularidad de grupos como H.O.T. a finales de los 90, en países como China y Taiwán, marcó el inicio de una internacionalización que seguiría creciendo con el paso de los años.
La estrategia de localización: de Asia al mundo
En el cambio de milenio, la piratería musical en Corea del Sur llevó a la industria a mirar hacia mercados internacionales más amplios. Japón se convirtió en uno de los primeros objetivos clave para la industria del k-pop.
Artistas como BoA y grupos como TVXQ lograron un éxito considerable en el mercado japonés, donde las ventas de discos físicos seguían siendo altas. BoA fue la primera artista coreana en encabezar las listas de Oricon en 2002, lo que abrió el camino para muchos otros artistas del k-pop.
Una de las estrategias clave para su expansión fue la localización, que consistía en adaptar el contenido para que resonara con las audiencias locales. Kang Hye Won explica:
- "La localización no solo implicó la inclusión de miembros de diferentes orígenes, sino también la capacidad de adaptar la música y el concepto de los grupos para ajustarse a los gustos y expectativas de cada país".
Grupos como Super Junior, con subunidades como Super Junior-M, dirigidas específicamente al mercado chino, ejemplificaron este enfoque, que les permitió conectar con públicos diversos.
Con el tiempo, el k-pop también comenzó a expandirse hacia América del Norte y Europa. Grupos como BTS, BLACKPINK, EXO y TWICE fueron clave en este proceso, llevando el fenómeno a nuevas fronteras mediante giras internacionales, apariciones en programas de televisión y, lo más importante, el uso de las plataformas digitales.
Kang Hye Won resalta la importancia de las redes sociales en esta expansión: "El k-pop ya no es solo un fenómeno musical; se ha convertido en un estilo de vida que abarca moda, danza y una fuerte conexión con los fans a través de las redes sociales".
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Premios internacionales y apoyo global
A lo largo de su historia, el k-pop ha vivido momentos clave que han marcado su consolidación en la escena musical internacional.
Uno de los primeros hitos fue en 1999, cuando H.O.T. se convirtió en el primer grupo de k-pop en recibir un premio internacional en los MTV Asia Awards, demostrando que el k-pop era capaz de competir en el escenario global.
Años después, en 2019, BTS participó en el famoso segmento Carpool Karaoke con James Corden, un momento icónico que demostró cómo la barrera del idioma dejó de ser un obstáculo para el éxito del k-pop.
Otro momento crucial fue la participación de BLACKPINK en los MTV Video Music Awards en 2019, un reconocimiento a la expansión del K-pop en los mercados occidentales.
Y, por supuesto, la histórica actuación de BTS en los Premios Grammy en 2021, donde se subieron al escenario principal, destacando aún más la influencia del k-pop en los círculos musicales internacionales.
El servicio militar y su impacto en la industria del k-pop
El servicio militar obligatorio en Corea del Sur, que afecta a todos los hombres jóvenes surcoreanos, incluidos los ídolos del k-pop, es un tema recurrente que genera inquietud entre los fans.
Sin embargo, Kang Hye Won comenta que, lejos de ser visto como un inconveniente, el servicio militar se ha convertido en una forma de diplomacia cultural:
- "El servicio militar de los ídolos no es visto como un obstáculo por los fans, sino más bien como un rito de paso dentro de la cultura surcoreana. Esta pausa en la carrera de los artistas ofrece una oportunidad para reforzar la conexión emocional entre los ídolos y sus seguidores".
De hecho, los fans internacionales han llegado a comprender que esta es una parte integral de la vida en Corea del Sur, y los grupos aprovechan el tiempo fuera de los escenarios para mantener el contacto con sus seguidores a través de contenido grabado de antemano y participación en programas de televisión.
Kang agrega: "Este aspecto humaniza a los ídolos, lo que crea una conexión más fuerte entre ellos y su audiencia global".
El k-pop en la diplomacia cultural global
El k-pop también ha jugado un papel fundamental en las relaciones diplomáticas de Corea del Sur.
Los ídolos de esta tendencia han actuado como embajadores no oficiales del país, participando en eventos diplomáticos y promoviendo la cultura surcoreana en el extranjero.
Como menciona Kang Hye Won, "el k-pop ha sido un puente que conecta no solo a las personas a nivel musical, sino que también abre puertas para el comercio y las inversiones internacionales".
Artistas como BTS y BLACKPINK han sido invitados a eventos de alto perfil en todo el mundo, lo que ha contribuido a mejorar la imagen de Corea del Sur a nivel global.
El futuro del k-pop: digitalización y nuevas oportunidades
Hoy en día, las plataformas digitales juegan un papel crucial en la expansión y sostenibilidad del k-pop.
Kang Hye Won resalta que "el k-pop ha logrado lo que muchos géneros musicales no han podido: una conexión directa y continua con su audiencia global a través de plataformas como Weverse, Bubble y TikTok".
La participación de los fans en la creación de contenido, a través de challenges virales y otros formatos, ha permitido que el k-pop sea más accesible y relevante para audiencias internacionales.
La pandemia de COVID-19 también cambió la forma en que el k-pop interactúa con sus seguidores, impulsando la popularidad de los conciertos virtuales y el uso de tecnologías como el metaverso.
Esto no solo ha mantenido a los fans conectados durante tiempos de incertidumbre, sino que ha abierto nuevas puertas para la innovación en la experiencia de los conciertos y eventos en línea.
El k-pop ha trascendido sus raíces locales para convertirse en un fenómeno global que no solo ha influido en la música, sino también en la moda, la danza y la cultura digital.
A través de estrategias de localización, el uso de plataformas digitales y una fuerte conexión con los fans, ha logrado convertirse en un símbolo de la cultura surcoreana a nivel mundial.
Como concluye Kang Hye Won, "Hoy, el k-pop se ha establecido como una marca global que va más allá de la música, siendo un fenómeno cultural que se construye y promueve constantemente en plataformas digitales, abriendo nuevas puertas para el futuro".
El viaje del k-pop está lejos de haber terminado, y su influencia seguirá creciendo en los próximos años.