Joaquín Basanta: “Esta exposición muestra las cosas que me dan vueltas por dentro y que saco a la luz”
“Caída. Dibujo a tinta y pintura digital” es la carta de presentación de este joven artista. Diferentes técnicas y 41 obras son su iniciación en el circuito de exposiciones
Una ópera prima siempre es el gran desafío de cualquier artista. Es el susto, el reto, el qué dirán, el ¿seré aceptado? Pues a esas cosas se enfrentará Joaquín Basanta el próximo 24 de marzo en la galería del Palacio de Bellas Artes en Santo Domingo.
41 obras a ser exhibidas: plumilla, felpa, tinta y algunos trabajos digitales son el arsenal con que contará Basanta para su iniciación, su presentación ante el mundo de las exposiciones de arte. Sobre estos temas conversamos con el artista.
—Es tu primera exposición, pero... ¿desde cuándo estás metido en la creación artística?
Hace tiempo, desde niño sabía que esto era lo mío. De hecho en la escuela siempre estaba un poco distraído en clase, pero era dibujando en la mente o físicamente en algún papel.
—¿Cuál es la temática central de la exposición?
Es complicado circunscribirla a una temática central. En general puedo decir que son mis cosas, las cosas que me dan vueltas por dentro y que estoy sacando un poco a la luz con la disciplina que he encontrado más idónea para hacerlo, el dibujo.
—Veo algunas obras de las que expondrás, como el brazo con varios ojos, que me recuerda a los surrealistas, que estaban obsesionados con los ojos. ¿Hay algo de surrealismo en tus trabajos?
Ese trabajo en particular, que se llama “Él todo lo ve”, tiene que ver mucho con las historias de la Biblia. Yo leo casi de todo, y ese cuadro en particular está relacionado con los ángeles, alguien que nos ve desde más arriba. Como puede ver, esos ojos están llorando. No sé si sea alguna influencia surrealista, pero las cosas salen y luego se les etiqueta.
—¿Vienes de la academia o eres autodidacta?
He aprendido lo que sé por mi cuenta. Empecé a estudiar medicina y lo dejé a mitad de carrera. Lo que más disfruté de esa época era el dibujo anatómico.
—¿Dónde están tus influencias?
Mi favorito de siempre es el belga Osias Beert. Pintaba bodegones. Unos bodegones de unas comidas de una opulencia impresionante, pero que a la vez se ven con gusanos. Es como la descomposición de la opulencia, algo que me dejó muy marcado. Y de dominicanos podría mencionar a Iván Tovar y a muchos otros.
—¿Y tu tío abuelo León Bosch?
Me imagino que también, pero todavía no estoy muy seguro porque siempre he visto su obra en casa de mi abuela y como que ha sido parte de la cotidianidad, todavía no sé cuánto habrá influido, ya veremos más adelante.