Seguir después de la pérdida
Cuando la muerte golpea sin previo aviso, es muy sano apoyarse en la familia

Pregunta: Hola, Dra. Ana, estoy destrozada. Mi hermana estaba en la discoteca que colapsó. No le puedo negar que estas horas esperando que saliera con vida me tenían con una euforia que me provocó un dolor en el pecho que aún siento. Lamentablemente, mi hermana no sobrevivió, y la forma en que nos enteramos entiendo que no fue la más adecuada. Donde tenían el cuerpo, simplemente salieron y vociferaron su nombre. De verdad, lo único que recuerdo es ver a mi mamá desmayarse.
Doctora, ¿cómo se sigue viviendo después de algo así? No sé cómo ayudar a mis padres, a los hijos de mi hermana ni a mí misma.
Respuesta: Lamento mucho por lo que estás pasando. Nada de lo que yo te diga te hará sentir mejor, pues estás transitando por un duelo muy doloroso, donde las palabras muchas veces sobran. En este momento estás atravesando tantas emociones a la vez, que es como si estuvieras en una montaña rusa.
En estos momentos, es muy sano apoyarse en la familia, darse soporte entre ustedes, permitirse llorar, hablar de lo que sienten, conversar sobre sus cuestionamientos, enojos y dudas (aunque muchas no tengan respuesta). Es lógico sentirse en un limbo emocional y no saber cómo continuar. Por eso, vamos a tratar de ver las cosas un día a la vez.
Date el permiso de no cumplir con todas tus responsabilidades; sé compasiva contigo misma ante la lentitud que quizás sientas a nivel de pensamiento o en tus movimientos.
Recuerda que llorar es terapéutico y ayuda a gestionar nuestras emociones. También es importante permitir que los demás expresen lo que sienten a su modo, sin cohibirlos. No tengas miedo ni vergüenza de pedir ayuda a tus amigos o a otros familiares, si así lo necesitas.