La disfagia: ¿síntoma o enfermedad?
Hoy se celebra el Día Mundial de la Disfagia, una patología que implica la dificultad para desplazar alimentos a través de la boca, faringe y esófago

¿Síntoma o enfermedad? En realidad la disfagia es un síntoma, es decir sería la manifestación de otros problemas subyacentes en un paciente y no una enfermedad en sí misma, puntualiza el gastroenterólogo Martín Salazar.
En realidad existen diferentes tipos de disfagia, como diferentes pueden ser las causas que la provocan, requiriendo para cada una de ellas un tratamiento específico.
Aunque la variante más común es la disfagia ocasionada por la esofagitis, también el estrés y la ansiedad, o incluso un tumor, pueden provocar esta dificultad para deglutir o tragar.
El diagnóstico
“El 80 por ciento de las disfagias se diagnostican gracias a una buena historia clínica. La denominada orofaríngea suele ser diagnosticada por el método de la videofluoroscopia de la deglución funcional; en el caso de la disfagia de origen esofágico se va a diagnosticar con un esofagograma baritado y una videoscopia con toma de biopsia; y la causada por problemas de motilidad será pronosticada con un estudio de la motilidad, como la manometría y la pH-metría (pruebas diagnósticas que se realizan en el esófago o el estómago)”, explica el doctor Salazar, que presta sus servicios en el Centro de Ginecología y Obstetricia en Santo Domingo.
Causas más comunes
Las causas fundamentales son dos: obstrucción mecánica, que dependerá de un bolo alimenticio grande que puede quedar atascado en la garganta o el esófago; y la existencia de cuerpos extraños, como tumores, esofagitis, o estenosis, tanto dentro como fuera de la luz del esófago.
Fuera de la luz del esófago puede ser causada por un bocio gigante, tumores en el mediastino que provocan una disfagia obstructiva.
Y dentro de la luz del esófago puede originarse por una alteración de la función motora, generalmente relacionada con trastornos neurológicos como la miastenia grave, la polimiositis y un trastorno del músculo del esófago.

Esofagitis, la + común
La causa más frecuente de la disfagia es la esofagitis, que puede originarse por diversos factores. Uno de los más comunes es la esofagitis irritativa, generalmente causada por reflujo gastroesofágico.
Este tipo de esofagitis se asocia con la presencia de una hernia hiatal y un esfínter esofágico inferior con presión baja, lo que provoca que el reflujo ácido ascienda al esófago y lo irrite o queme. Otras causas de esofagitis pueden incluir el uso de medicamentos antiinflamatorios o infecciones virales.
Los síntomas
Las personas afectadas pueden sufrir dificultad al tragar, dolor al tragar, dolor torácico, regurgitación, acidez y hasta broncoaspirar, dependiendo del lugar donde esté el daño.
El tratamiento
La terapia a seguir dependerá de la causa. Si se debe a un cuerpo extraño, será necesario extraerlo; si la disfagia es debida a una inflamación por virus, reflujo u hongos, el tratamiento estará dirigido a esas causas.
En el caso de que sea provocada por enfermedades neurológicas, procede un tratamiento de base, como terapias y ejercicios para fortalecer los músculos y activar las zonas cerebrales que controlan la deglución. Si se debe a un trastorno de la motilidad llevará un tratamiento dirigido a esas enfermedades.
Alimentos a evitar
Los alimentos que deben evitar los pacientes con disfagia son aquellos que contienen texturas fibrosas como la piña, lechuga, espárragos, carnes, frutas con piel o semillas y no deben mezclar líquidos con sólidos, como leche con cereales, sopa con fideos o yogur con trocitos de fruta.
¿Tiene cura?
La disfagia tiene cura cuando es mecánica y está producida por un cuerpo extraño o ha sido provocada por un proceso inflamatorio, virus, hongo, o reflujo.
Si el problema es neurológico o motor se trata la causa, pero no hay cura. Se ofrecerá un tratamiento paliativo, igual que si tuviese un cáncer.
El estrés, que produce todo tipo de enfermedades ya que los pacientes somatizan los síntomas en diferentes áreas del cuerpo -como el esófago- provocando dificultad al tragar, dolor de estómago, o calambres.
Café, alcohol y nicotina. Si la disfagia es producida por una esofagitis hay que evitar todos los alimentos irritantes como el café que inflama el esófago y aumenta la condición. La nicotina, por su parte, tiene un efecto sobre la secreción de bicarbonato y la nicotina tiene un efecto que puede relajar la musculatura del esófago.