Preguntas y respuestas
Hace más de una década en una Eñe escribía que las palabras porque, por que, por qué y porqué parecían pensadas para causar inconvenientes
Hace más de una década en una Eñe escribía que las palabras porque, por que, por qué y porqué parecían pensadas para causar inconvenientes. No solo hay cuatro posibilidades de escritura (juntas o separadas, con o sin tilde); también las usamos con mucha frecuencia.
Empecemos por la más simple. Se trata de porqué, una sola palabra y con tilde por ser aguda terminada en vocal. Un sustantivo masculino que el Diccionario de la lengua española registra con el significado de ‘causa, razón o motivo’.
¿Cómo reconocerlo? Solemos encontrarlo introducido por un determinante: El porqué de sus problemas ortográficos tiene que buscarlo en su falta de lectura; No sigas buscando un porqué a sus desplantes. Incluso podemos ponerlo en plural: Quiso explicarme los porqués de su actitud. Aunque la ortografía nos parezca un misterio, tiene sus porqués.
Otra cosa muy distinta es por qué, separado en dos palabras y con tilde diacrítica en qué. En este caso estamos ante la preposición por y un qué interrogativo. Esta combinación de palabras siempre nos es muy útil en español.
¿Por qué? La razón está en su función: no podemos vivir sin preguntarnos por qué las cosas son como son. Por qué nos sirve para preguntar por las causas o los motivos, tanto de forma directa (¿Por qué llegas tarde?), como indirecta (No sabía por qué llegaba tarde).
En las oraciones interrogativas indirectas, y de ahí su nombre, la pregunta no se plantea directamente, sino introducida por un verbo que expresa interrogación (preguntar, inquirir, consultar, averiguar, demandar, interpelar, etc.) o desconocimiento (olvidar, ignorar, no entender, no saber, etc.).
En cualquier caso, seguimos refiriéndonos a una interrogación y por qué mantiene su ortografía separada y con tilde: Averigua por qué no hemos salido ya; Ignoro por qué hay tanta gente; No entendemos por qué no han cumplido los plazos previstos.
Ya nos hemos preguntado por las causas y las razones de las cosas. Ahora toca contestar, y para eso tenemos la conjunción causal porque, escrita en una sola palabra y sin tilde.
¿Y por qué sin tilde? Porque ya no expresa una pregunta, sino que responde a esa pregunta; y porque es átona. La escribimos sin tilde porque no tiene carácter interrogativo, sino causal: No pude salir porque la lluvia me lo impidió.
Piedras en el camino
Si las ponemos juntas, observamos mejor sus diferencias. ¿Por qué repasamos las normas ortográficas? Me pregunto por qué tanta insistencia con la ortografía. Porque queremos mejorar nuestra expresión escrita. Preguntamos por las causas o las razones (por qué) o aportamos una causa o razón (porque).
El último escollo en nuestro camino plagado de porqués de hoy es la escritura de por que en dos palabras y sin tilde. Aparece con frecuencia en casos de preposición por más pronombre relativo que: Las peripecias por que pasamos no tienen comparación.
Un truquito nos ayuda a distinguirlo; en estos casos siempre podemos anteponer al pronombre que el artículo correspondiente: Las peripecias por las que pasamos no tienen fin.
También lo escribimos así cuando la preposición por viene exigida por el verbo, sustantivo o adjetivo que hemos elegido: Apostaría por que vamos a mejorar nuestra ortografía si prestamos atención a los detalles. Preocupémonos por que nuestros escritos sean correctos. Un buen escribiente se caracteriza por que respeta su lengua y a sus lectores.
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