El efecto Diderot puede acabar con nuestro futuro financiero

¿Has visto que una persona decide ir al teatro haciendo un sacrificio para comprar la entrada y luego tiene que adquirir ropa, accesorios y hasta termina cenando en un lugar de alto costo?

El filósofo francés Denis Diderot escribió: “Terminé siendo esclavo de mi nueva bata, mientras antes era el amo absoluto de mi vieja bata”. Es que al comprar una nueva con un dinero que recibió, su viejo sillón de paja ya no estaba a la altura, lo cambió. El escritorio no combinaba con el nuevo sillón, también adquirió uno nuevo. Y así siguió, hasta darse cuenta de que había pasado a ser esclavo de su nueva prenda de vestir.

Este efecto se da en dos sentidos:

1. Consideramos que una compra nos llevará al nivel en que deseamos estar: Pensamos que adquirir un vehículo de alta gama alineará toda nuestra vida a ese estatus, lo que nos llegará será de dicha categoría. Con ese pensamiento iniciamos un camino interesante en el que comprar por encima del nivel adquisitivo que estamos nos hace creer que llegaremos más rápido. La consecuencia no se hace esperar, solo con préstamos podemos hacer las adquisiciones. Una rueda mágica comienza a moverse y pronto no entenderemos por qué estamos pagando cuotas de préstamos que representan más del 30% de nuestro ingreso. El sobreendeudamiento llega más temprano que tarde.  

2. Una adquisición nos lleva a más compras: Se nota en el ejemplo de lo que le pasó a Diderot. La bata le llevó a gastos que no tenía previstos. Veo como personas al cambiar de puesto compran un vehículo que consideran está al nivel del nuevo puesto. Calculan lo que pagarán de cuota, pero no todos los gastos que acarrea dicha adquisición. Costeará un seguro más costoso, impuestos, reparaciones, mantenimiento, depreciación… hasta las propinas y dádivas aumentan. Y podría decir que ya no irá a los mismos restaurantes ni lugares de diversión, ese vehículo no puede ir a todas partes.  

Lo malo de todo esto: Pensamos que ganando más podemos sostener el problema. Aumentar los ingresos para alguien que trabaja bien y quiere seguir progresando es lo normal. Al estar en la rueda mágica pensamos nuevamente que una cosa lleva a la otra y seguimos alimentando el problema. Mientras más ganamos, más gastamos y más nos endeudamos.

¿Cómo evitar el efecto Diderot?

• Ten tu plan: Con la cabeza fría se toman decisiones racionales. Piensa a qué te puede llevar un gasto. Y si decides comprar la bata, ya tu mente estará clara de que no necesitas cambiar el sillón. O comprarás una bata que no desentone con el que posees.
• No compres por emociones: Si tienes un plan él te guiará. Toda compra emocional podrás controlarla sacando tu lista al momento de cualquier desborde emocional. Sabes que si te sales del carril no podrás alcanzar lo que sí te llena de vida… tendrías que tachar algo de tu lista o cambiar la fecha de adquisición, eso duele.  
• Ten paciencia: Camina poco a poco… todo con el plan. Las grandes adquisiciones se hacen paso a paso. No veas la adquisición como la recompensa… percíbela en cada pequeño avance.
• Fortalece tus dogmas financieros asertivos: Saber de finanzas personales lleva a una mejor vida porque podemos comprar lo que merecemos. La forma de gastar y crear patrimonio es basada en nuestro comportamiento, que está dominado por los dogmas que me guían. ¿Cuáles son los tuyos? ¿Te tienen en el lugar donde quisieras estar? De no ser así, cambiarlos es la opción.

Si no quieres que tu bata te haga gastar el dinero que asignaste para mejorar tu calidad de vida, como la compra de una vivienda, no compres esa bata… sigue siendo el amo de tu bata vieja, y el de tu propia libertad financiera.

Diego Sosa

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Conferencista, consultor, coach y escritor con 20 libros publicados. Dirigió por 10 años una de las empresas del Grupo Siemens en Argentina, Brasil y Alemania.