René Fortunato: el cineasta que convirtió la historia dominicana en memoria viva
El cineasta dominicano falleció la madrugada de este sábado

Durante más de cuatro décadas, el cineasta René Fortunato, quien falleció la madrugada de este sábado a los 67 años, dedicó su vida a contar la historia dominicana con una cámara como herramienta, el rigor como guía y el compromiso como estandarte.
Su obra documental, tan vasta como profunda, no solo recuperó episodios claves del devenir político del país, sino que los preservó con una narrativa clara, pedagógica y poderosa. Su legado audiovisual se convirtió en uno de los pilares de la memoria histórica nacional.
Nacido el 1 de febrero de 1958, Fortunato inició su relación con el cine desde la adolescencia, y a los 19 años ya trabajaba en la Productora Fílmica Dominicana. En paralelo, ejercía el periodismo cultural, escribiendo sobre cine en varios medios, hasta convertirse en una de las voces más lúcidas del documental dominicano.
Su carrera tomó un giro definitivo en 1985 con Tras las huellas de Palau, su primer documental, centrado en el pionero del cine nacional, Francisco Arturo Palau. Desde entonces, su obra se enfocó en reconstruir con imágenes los procesos políticos y sociales más determinantes de la República Dominicana del siglo XX.
Una filmografía para la historia
Con La Trinchera del Honor (1988) inició una trayectoria monumental, que incluiría títulos como:
El Poder del Jefe I, II y III (1991–1994), una minuciosa trilogía sobre la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.
La Herencia del Tirano (1998), sobre el legado político de la era trujillista.
La Violencia del Poder (2003), que analiza el turbulento período posterior al ajusticiamiento de Trujillo.
Presidente en la frontera imperial (2009),
Caamaño: Militar a Guerrillero (2023),
El Laberinto de la Injusticia (2024),
y El Triunfo de la Democracia (2025), estrenado recientemente en el Teatro Nacional.
Cada una de estas obras se construyó desde un meticuloso proceso de investigación, acceso a archivos históricos, y un lenguaje audiovisual sobrio y directo, orientado a la formación de una conciencia crítica.
Un cine comprometido con la verdad
Más que documentar hechos, Fortunato los interpretó con un fuerte sentido ético. Su cine no fue neutral: tomó partido por la verdad, la justicia y la dignidad nacional. Para muchos dominicanos, sus documentales fueron la primera puerta hacia el entendimiento profundo de su historia reciente, más allá de los textos escolares y los discursos oficiales.
A lo largo de su carrera, Fortunato recibió numerosos reconocimientos, pero su mayor impacto fue cultural: convirtió el documental en un instrumento de ciudadanía, una vía para el conocimiento histórico y la reflexión social.
El triunfo de la democracia
Fortunato estrenó a principios de julio del 2025 el que fue su último documental, que actualmente se presenta en las salas de cine del país.
Se trata de 'El triunfo de la democracia", trabajo que el cineasta consideró el saldo de una vieja deuda que tenía con el público que seguía su filmografía desde sus inicios.
El trabajo trata la última parte del periódico de 12 años de gobierno del expresidente Joaquín Balaguer, el ascenso al poder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en 1978 y la campaña racista que ejecutaron sectores contra el exlíder de esa organización José Francisco Peña Gómez, de origen haitiano.

Un legado que perdura
La influencia de Fortunato se extiende a generaciones de cineastas y comunicadores que lo recordarán como un modelo de rigor, valentía y compromiso. A través de su productora y de sus múltiples apariciones en espacios académicos y culturales, siempre defendió la importancia de contar nuestras propias historias con honestidad y profundidad.
René Fortunato hizo mucho más que filmar documentales: construyó una memoria visual del país. Gracias a su obra, los dominicanos del presente —y del futuro— podrán mirar su historia a los ojos.