Fallece el cineasta dominicano Agliberto Meléndez
El director de "Un pasaje de ida" murió esta madrugada en su residencia. Su obra marcó el inicio del cine dominicano moderno y su legado sigue vivo en generaciones de realizadores y cinéfilos

El cine dominicano perdió este miércoles a una de sus figuras fundacionales: el cineasta, gestor cultural y fundador de la Cinemateca Nacional Dominicana, Agliberto Meléndez. Su fallecimiento, confirmado por la Dirección General de Cine (Dgcine), ocurrió en la madrugada de hoy en su residencia, donde se encontraba convaleciente de problemas de salud.
"Hoy la cultura dominicana pierde a uno de sus grandes pioneros. Desde la Dirección General de Cine (Dgcine) y su Cinemateca Dominicana lamentamos profundamente el fallecimiento de Agliberto Meléndez, cineasta, gestor cultural y fundador de nuestra Cinemateca", expresó la entidad en un comunicado publicado en redes sociales.
Meléndez nació en Altamira, Puerto Plata, en 1942. Su formación en cine comenzó en la Universidad de Nueva York, donde estudió durante dos años antes de regresar a su país con una visión clara: sembrar las bases de una cinematografía dominicana moderna.
En 1979 fundó la Cinemateca Nacional Dominicana, un espacio sin precedentes que marcó a generaciones de cinéfilos, críticos y creadores.
Durante años sostuvo la institución prácticamente en solitario, enfrentando inestabilidad política y falta de apoyo. La Cinemateca se convirtió en un bastión cultural hasta su cierre en 1986, tras la llegada de Joaquín Balaguer al poder.
Ese mismo año, Meléndez iniciaba su obra cumbre: "Un pasaje de ida" (1988), la primera película dominicana rodada con estándares profesionales y mirada autoral, inspirada en la tragedia del carguero Regina Express, donde 22 dominicanos murieron en su intento por llegar clandestinamente a Nueva York. Para realizarla, hipotecó su casa y usó todos sus recursos.
La película fue un fenómeno cultural, congregando a casi 100 mil personas en salas del país y recibiendo premios en festivales como Huelva, Cartagena de Indias y La Habana.
Un pasaje de ida marcó un punto de inflexión para el cine nacional, no solo por su calidad artística, sino por su contundente retrato social. La cinta precedió, por décadas, a la ola de cine latinoamericano que abordaría temas como la migración y el desarraigo.
Más allá del cineasta
Meléndez fue también un servidor público. Entre 1982 y 1986 dirigió Radio Televisión Dominicana (Rtvd, presidió el comité organizador del Instituto Nacional de Cultura y fue asesor cultural de la Presidencia. Además, promovió festivales, escribió guiones no filmados como Lucinda y Testimonio, y produjo el filme Cuatro hombres y un ataúd (1996), dirigido por Pericles Mejía.
Su última película fue "Del color de la noche" (2015), basada en la vida del líder político José Francisco Peña Gómez. Con ella reafirmó su compromiso de visibilizar historias que conectan con la identidad dominicana.
Agliberto Meléndez deja una obra que trasciende lo artístico: es memoria colectiva, resistencia cultural y faro para nuevas generaciones. Su vida fue prueba de que el cine no solo se ve, se construye, se defiende y se sueña.
- Su legado continuará vivo en cada sala que proyecte historias dominicanas, en cada creador que asuma el desafío de filmar, y en cada espectador que entienda que el cine también es una forma de pertenecer.