El arte de los cordones, un acento que agrega energía y elegancia a la decoración de los espacios
Diseños personalizados, piedras semipreciosas y energía en equilibrio llegan de la mano de la decoradora Rita Paula Sarubbi

Como todo en la vida, los detalles hacen la diferencia. Cuando combinan belleza, intención y significado, el resultado puede transformar por completo un espacio. Eso es precisamente lo que logra Rita Paula Sarubbi, decoradora de interiores, con sus originales "cordones", que son piezas artesanales elaboradas con piedras semipreciosas y diseñadas a la medida.
Ella es dominicana radicada en Estados Unidos. Recientemente estuvo en Santo Domingo respondiendo al llamado de unos clientes a quienes realizaba la remodelación de su apartamento de concepto clásico-moderno.
Fue allí donde conversamos con ella, sobre ese acento decorativo que se está abriendo camino en el gusto de más personas. Nos dijo que en mercado hay muy bonitos ejemplares, pero les faltaba en grado de sofisticación que buscaba para sus clientes. Así que decidió crear una línea con esa característica y llenos de autenticidad.
"Me dije: voy a hacer mis propios cordones. Quería darles color, vida, personalidad", comenta.

Sus creaciones parten de un principio: cada espacio tiene su propia energía, y cada cliente, su propio estilo. Por eso, cada cordón es único, hecho a mano y pensado para complementar una decoración específica. Los colores no se eligen al azar, sino que se armonizan para aportar alegría, contraste o calidez, según el caso.
Uno de los elementos más distintivos de estos cordones son las ágatas, piedras semipreciosas conocidas tanto por su belleza como por sus propiedades energéticas.
"Las ágatas vienen en distintos colores, formas y tamaños. Algunas están facetadas, otras no. Me gusta combinarlas para que haya ritmo y equilibrio visual, pero también porque muchas personas creen en su capacidad de limpiar los ambientes y aportar armonía", explica la diseñadora.

Más allá del efecto decorativo, estas piezas conectan con una dimensión más simbólica del diseño. No son objetos genéricos, sino expresiones de un gusto personal, de una intención clara de embellecer y, al mismo tiempo, equilibrar la energía del hogar.
Actualmente, Rita Paula ofrece estos cordones por encargo. "Pueden escribirme directamente y los hago según los colores que necesiten, y adaptados a su decoración. Son piezas para toda la vida", dice con orgullo.
En un mundo donde lo masivo muchas veces opaca lo especial, propuestas como esta nos recuerdan que el verdadero lujo está en lo hecho la medida del usuario.
¿Cómo incorporarlos?

Les pedimos algunas recomendaciones a Rita Paula Sarubbi y su respuesta arrojó los siguientes consejos:
- Aporta color con intención. Elige tonos que complementen tu paleta general, pero no tengas miedo de jugar con contrastes. Un cordón puede convertirse en el acento perfecto para una repisa neutra o una mesa sobria.
- Usa las piedras a tu favor. Además de ser bellas, muchas piedras tienen asociaciones energéticas. Las ágatas, por ejemplo, se vinculan con la protección y el equilibrio. Puedes colocarlas en áreas sociales o de descanso.
- Evita la saturación. Estos cordones no necesitan competir con otros objetos. Dales su espacio. Sobre una bandeja, colgando de una lámpara o descansando sobre libros decorativos, hablan por sí solos.
- Personaliza según tu historia. Cada casa es distinta, por eso lo ideal es que el cordón refleje algo de ti: tus colores favoritos, un estilo particular o incluso una emoción que quieras transmitir en ese ambiente.
- Piensa en armonía, no en simetría. La decoración no siempre tiene que ser exacta. A veces, una pieza artesanal, con sus formas y matices naturales, aporta ese elemento orgánico que hace que todo fluya mejor.