Las orquídeas, el adorno natural 'obligatorio' de hoy
Se han popularizado porque aportan un toque moderno y elegante, especialmente en espacios minimalistas y de lujo

Las orquídeas se han ganado un espacio en los hogares dominicanos, siendo un “must” en la decoración doméstica o empresarial. Sus flores bellísimas y duraderas, sin dejar de lado la elegancia de la planta general, son parte de las razones por las que se han convertido entre las favoritas.
En diseño de interiores en general, ellas se han popularizado porque aportan un toque moderno y elegante, especialmente en espacios minimalistas y de lujo, dijo a Diario Libre Marileidy de la Cruz, experta de Jardín Constanza durante un taller sobre "Armado y cuidado de orquídeas".
A pesar de que tradicionalmente las más comunes en el país son las Phalaenopsis y las Dendrobium, en los últimos años han ganado gran terreno la Vanda y la Cattleya. Aunque las orquídeas son una amplia familia que cuenta con más de 25,000 especies naturales y más de 100,000 híbridos.

A pesar de que estas plantas son de fácil cuidado, la principal causa de su muerte, -que es la gran queja- se debe a que sus dueños muchas veces desconocen sus necesidades.
No es lo mismo una Phalaenopsis que una Dendrobium; la primera requiere mayor humedad y menor cantidad de luz solar, como otro tipo de sustrato.
“Un gran error que cometen las personas al adquirir o cuidar una Phalaenopsis es colocarla en un rincón oscuro y olvidarse de que necesita luz solar indirecta y agua cuando se seca el sustrato”, dice De la Cruz.
Ella también aseguró que las plantas, sin importar el tipo, puede absorber las malas energía hasta el punto de causar que se marchiten, lo cual es una ideología que va muy en sintonía con la filosofía de la Antigua China, Feng Shui, que atribuye poder a las plantas en la gestión de energías.
Cierto o no, hay que tener en cuenta que al mejor sembrador se le puede morir un cactus, porque todos los seres vivientes nacen con la amenaza de extinguirse.
¿Cómo cuidarlas?

Zoilo Richardson, encargado de Orquídeas en el Jardín Botánico Nacional, nos dice sobre qué tener en cuenta al adquirir una orquídea:
Identifica el tipo
Cuando vayas elegir una porque te gusta, pero no conoces nada de ella, no olvides preguntar en la jardinería o lugar donde la adquieras qué tipo de orquídea es y los cuidados que amerita, como la exposición solar y el riego.
Si le das un cuidado contrario al que necesita la planta, nunca florecerá o morirá; de hecho, esta es una de las principales causas por las que no permanecen vivas.
Las phalaenopsis se caracterizan por tener hojas anchas, carnosas y algo redondeadas; ellas prefieren la sombra. Mientras que las dendrobium lucen hojas ovaladas, un tanto puntiagudas y bien firmes, y prefieren el sol.
“Recomiendo las dendrobium porque florecen casi todo el año (8 ó 9 meses con flor), tienen fácil mantenimiento y son más económicas”, aconseja Zoilo Richardson.
Riégalas adecuadamente
Si tu ejemplar es de sol (dendrobium) va a requerir agua tres veces a la semana si la tienes bajo techo, y diariamente si está al aire libre.
Si por lo contrario es de luz indirecta (phalaenopsis), con una vez a la semana será suficiente, pero ¡ojo!, antes de hacerlo introduce un dedo entre sus raíces, si las percibes húmedas no la riegues o correrás el riesgo de que comience a pudrirse.
Tiempo de siembra
Si tienes una orquídea de sol lo ideal es que la sitúes entre piedras para que drene. Si es de sombra lo apropiado es que la siembres en jícara de coco o musgo, que mantienen la humedad por más tiempo.
Aliméntalas adecuadamente
Lo más probable es que cuando la adquieras esté florecida, y sea un bello espectáculo que durará entre uno y dos meses.
Para que vuelva a regalarte esa experiencia deberás alimentarla bien, aplicándole abono foliar de mantenimiento (abono 20-18-20) durante unas cinco semanas; seguido de uno para floración a base fósforo (15-30-15). Aplica para ambos tipos.
Muéstrale tu afecto
Cada vez aumentan más las terapias que recomiendan interactuar con la naturaleza; a ti te hace bien y, en este caso, a la planta también. Háblale, pregúntale por qué no florece, acuerda cambiarla de lugar y verás resultados en tu interés.