Día Mundial del Lupus: mitos que debemos dejar atrás sobre esta enfermedad
El lupus es una condición compleja, tanto en su diagnóstico como en su tratamiento, lo que ha dado lugar a numerosos mitos en torno a sus características

Cada 10 de mayo se conmemora el Día Mundial del Lupus, una fecha dedicada a crear conciencia y promover la educación sobre esta enfermedad autoinmune crónica.
El lupus es una condición compleja, tanto en su diagnóstico como en su tratamiento, lo que ha dado lugar a numerosos mitos en torno a sus características.
¿Afecta únicamente a mujeres? ¿Es una enfermedad incurable? Para aclarar estas y otras dudas, conversamos con la doctora Ingrit Mercedes, reumatóloga de Médico Express, quien nos ayuda a comprender mejor esta afección y la importancia de un diagnóstico temprano y un abordaje integral.
1. ¿El lupus es contagioso?
No, el lupus no es una enfermedad contagiosa. Esto significa que no puede transmitirse de una persona a otra, ni por contacto físico, ni por compartir objetos, ni por vía respiratoria.
El lupus es una enfermedad autoinmune, lo que implica que el propio sistema inmunológico del paciente ataca por error a tejidos y órganos sanos.
Su origen es multifactorial y aunque existen factores genéticos que pueden predisponer a una persona a desarrollar lupus, también hay factores ambientales tales como la exposición a la radiación ultravioleta e infecciones virales que pueden desencadenar una respuesta en estos pacientes que inmunológicamente están predispuestos.
2. ¿Es una enfermedad que no tiene tratamiento?
Falso. El lupus sí tiene tratamiento. Aunque actualmente no existe una cura definitiva, los avances médicos han permitido desarrollar tratamientos eficaces que controlan la enfermedad, sus complicaciones y mejoran significativamente la calidad de vida de los pacientes.
El enfoque terapéutico se adapta a cada caso en función de la severidad y los órganos afectados, e incluye desde protección solar, medicamentos antiinflamatorios, inmunosupresores y antipalúdicos, hasta terapias biológicas aprobadas recientemente.
El seguimiento constante por parte de un reumatólogo, uso de tratamiento individualizado en cada paciente y cambios en el estilo de vida son la clave para evitar complicaciones y mantener la enfermedad en remisión o inactiva.

3. ¿El lupus solo afecta la piel?
No. Aunque existe una forma de lupus llamada lupus cutáneo que se manifiesta principalmente con lesiones en la piel, el lupus eritematoso sistémico (LES), que es el tipo más común, puede afectar prácticamente cualquier órgano del cuerpo.
Esto incluye articulaciones, riñones, corazón, pulmones, sistema nervioso central y hematológico. Los síntomas varían ampliamente de un paciente a otro y es precisamente esta diversidad lo que hace del lupus una enfermedad compleja de diagnosticar y tratar.
4. ¿Solo existe un test para detectar la enfermedad?
Falso. El diagnóstico del lupus no se basa en una única prueba. Si bien existen análisis específicos, como los anticuerpos antinucleares (ANA), que son positivos en la mayoría de los pacientes, ningún examen por sí solo es concluyente.
El diagnóstico se establece con base en un conjunto de criterios clínicos y de laboratorio. Esto incluye síntomas como fatiga crónica, dolor articular, erupciones cutáneas, fiebre sin causa aparente y alteraciones hematológicas o renales. Por tanto, el diagnóstico requiere una evaluación médica integral y especializada.
5. ¿El lupus es una forma de cáncer?
No, el lupus no es una forma de cáncer. Son enfermedades completamente diferentes, aunque en algunos aspectos pueden compartir tratamientos similares, como el uso de inmunosupresores.
El lupus es una enfermedad autoinmune, mientras que el cáncer implica el crecimiento descontrolado de células anómalas.
Sin embargo, algunos pacientes con lupus pueden tener un riesgo levemente mayor de desarrollar ciertos tipos de cáncer debido al estado de su sistema inmunológico o al uso prolongado de algunos medicamentos inmunosupresores, lo que no significa que una enfermedad derive en la otra.
6. ¿Solo afecta a mujeres?
Aunque el lupus afecta de forma desproporcionada a las mujeres, especialmente en edad fértil (entre los 15 y 45 años), no es exclusivo de ellas. También puede presentarse en hombres: por cada 9 mujeres hay un hombre afectado.
Además, puede afectar a niños y adultos mayores. En las mujeres, las hormonas como los estrógenos parecen tener un rol en su desarrollo, lo cual podría explicar en parte esta mayor prevalencia, pero es importante entender que cualquier persona puede padecer lupus.

7. ¿Las mujeres con lupus no pueden tener hijos?
Esto es un mito. Las mujeres con lupus pueden tener hijos, pero es cierto que se trata de un embarazo de alto riesgo que requiere planificación y seguimiento estrecho por un equipo multidisciplinario, que incluya reumatólogos, ginecólogos y obstetras especializados en medicina materno-fetal.
Es fundamental que la enfermedad esté controlada al menos seis meses antes de intentar concebir y planificar con su médico reumatólogo cuál sería el momento más idóneo para intentar la concepción.
Con los cuidados adecuados, la mayoría de las mujeres con lupus pueden llevar a término un embarazo exitoso y dar a luz a un bebé sano.
8. ¿El estrés favorece los episodios de lupus?
Sí, el estrés puede ser un factor desencadenante o agravante de los brotes de lupus. Aunque el estrés por sí solo no causa la enfermedad, sí puede alterar el equilibrio del sistema inmunológico, facilitando la aparición de síntomas o exacerbaciones.
Por eso, parte del manejo integral del lupus incluye estrategias para reducir el estrés, como la práctica de ejercicio moderado, técnicas de relajación, terapia psicológica y una adecuada higiene del sueño.
9. ¿Es una enfermedad mortal?
El lupus puede ser una enfermedad potencialmente grave si no se diagnostica y trata adecuadamente, pero gracias a los avances en el diagnóstico precoz y los tratamientos modernos, la mayoría de los pacientes llevan una vida larga y productiva.
La mortalidad por lupus ha disminuido notablemente en las últimas décadas. No obstante, hay formas graves que pueden comprometer órganos vitales, como los riñones o el sistema nervioso central. Por eso, el seguimiento médico regular y la adherencia al tratamiento son fundamentales.
10. ¿No tiene cura?
Cierto. El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad crónica, como la hipertensión arterial o diabetes, que no se cura, pero se puede controlar. Esto significa que se puede vivir bien con la enfermedad, siempre y cuando se haga un diagnóstico oportuno, se lleve el tratamiento y seguimiento con su reumatólogo de manera adecuada.
Muchas personas con lupus logran alcanzar remisión clínica, es decir, una fase sin síntomas o con síntomas mínimos, gracias a un tratamiento adecuado. La investigación médica continúa avanzando, y cada vez hay más opciones terapéuticas disponibles, lo que permite un mejor pronóstico para los pacientes.